Capitulo V

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Al día siguiente tanto la pelirrosa como la peliblanca se encontraban caminado hasta la Finca Mariposa, para el encuentro de esta última con Kochō Shinōbu.

— ___-san, ___-san, ¿Cómo te sientes? — Pregunto entusiasmada Kanrōji — ¡Yo estaría muy nerviosa como ayer!

— Pues... Si lo estoy — Suspiro mientras se acomodaba la máscara

Mitsūri observó a la chica, pensó que se retiraría la máscara, pero no fue así, ni aunque estaban en la finca, se la quito en ningún momento. Incluso en la hora de la cena, cuando estaban por comer, fue lo suficientemente rápida como para no verla.

¡Me muero por ver su rostro! — Pensó está con un brillo en sus ojos, bajo la mirada y se dió cuenta que traía otra vez la vara de madera — ¡Y también su arma! ¿Cómo será?

— ¿Sucede algo, Mitsūri-san? — Pregunto suavemente causando que la nombrada se espantara por su concentración.

— ¡Eh!, ¡No! — Respondió efusivamente mientras negaba con sus manos — Solo me preguntaba... ___-san, ¿Porque no usas tu espada? ¿Y porque usas una máscara?

La peliblanca se quedó pensando unos instantes en que responderle. La gente a veces no entiende sus razones y la tachan por extraña. Esta segura de que será así otra vez, pero no pierde nada con decirle.

— La máscara me la dió alguien muy importante para mí... — Respondió luego de un rato en silencio — En cuánto a mi katana... No me gusta usarla.

— ¿Eh? — Pregunto confundída, mientras intentaba procesar la información — ¿No te gusta... tu katana?

— No, no me gusta usarla... — Repitio mientras suspiraba — Mitsūri-San... ¿Tu crees que esto acabe pronto?

— Eh... Pues no lo sé — Murmuro en repuesta aún confundida — ¿Porque lo preguntas ___-san?

— ¿Crees que los demonios y los humanos puedan convivir? — Pregunto ignorando a la pelirrosa, quien la observó con asombro

— Pues... no... ¿Si?... — La muchacha no sabía que contestar, quedó aturdida ante tal pregunta que solo cerró la boca y se calló.

— La gente suele reaccionar así cuando les pregunto eso. — Hablo la peliblanca mientras se detenía y veía el cielo — Para mi es algo posible. Aunque muchos digan que no.

Mitsūri se quedó contemplando a ___, su albino cabello ondeaba con la brisa del viento dándole un toque mágico y especial; su suave voz la hacía sentir que estaba corriendo libre y una especie de manta cálida la arropaba. Eran sensaciones que le resultaban placenteras y pacíficas, se preguntó que estaría pasando por la mente de aquella muchacha peliblanca.

— Mitsūri-San, estás quedándote atrás — Salió de su trance al escuchar a la contraria, sacudió su cabeza para "volver a la realidad" y observar a ___ que estaba ya unos metros delante de ella. — ¿Segura que estás bien?

— ¡H-hai! — Exclamó nerviosa mientras corría al lado de la peliblanca — Lo siento solo me quedé pensando.

— No pasa nada, suele pasar — La joven emprendió nuevamente el camino en dirección a la Finca de Kochō Shinōbu.

— ¡___-san, espérame! — Mitsūri nuevamente siguió atrás de la chica, caminaba muy rápido y eso que era más baja que ella. Le causaba mucha intriga, ¿Cómo era en realidad? ¿Sus pensamientos?, Su extraña fuerza, habían tantas cosas que le llamaban la atención — ¿Que fue lo que sentí hace rato con ___-san?...

Estaba tan metida en sus pensamientos que ya habían llegado a su destino y no se había dado cuenta de ello. Por lo que al ver la puerta se quedó pasmada de la impresión.

— ¿Ah? ¿Ya... llegamos? — Pregunto la ver la puerta mientras parpadeaba varias veces — ¿En qué momento?

— Estabas muy distraída — Escucho decir a su acompañante, parecía más que tranquila que nerviosa.

— Había olvidado el motivo por el que estamos aquí — Murmuro extrañada, pero finjio solamente estar mejor — ¡Que emoción! ¡Vamos ___-san!

La peliblanca la siguió caminando, nuevamente no tenía apuro por comenzar con el encuentro con la pilar del insecto.

— ¡Buenos días, Shinōbu-san! — Exclamó Mitsūri al ver a la nombrada — ¡Ya llegamos!

— Buenos días~ — Repitio mientras sonreía, aunque para ___ esa sonrisa era más que falsa — Ara~ Ara~ ___-san, no te veo muy entusiasmada.

— Buenos días... — Murmuró al ver a la pelinegra — Tal vez...

La más baja iba a contestar, sin embargo ya habían llegado los demás pilares, todos estaban presentes, incluido también Himējima Gyōmei, Pilar de la Roca.

— ¡Vamos, tienen que enfrentarse! — Exclamó entusiasta la pelirrosa mientras iba con los demás — ¡Rengōku-San!

— ¡Kanrōji-San! — Exclamó el rubio emocionado — ¡Espero que sea una gran batalla!

— ¿¡Y que esperan para comenzar?! — Uzūi Tēngen hacia su extravagante aparición con una gran sonrisa — ¡Necesito ver acción!

— Entonces comencemos~ — Murmuró la pelinegra caminado hasta su posición — Cuando quieras ___-san.

— Ha... — Dijo caminando hasta su lugar con un gran suspiro — Si no quiero...

— ¡Comiencen! — Exclamaron Rengōku Kyōjuro, Uzūi Tēngen y Kanrōji Mitsūri con energía mientras eran vistos por los demás

Sin embargo, ni ___ ni Shinōbu se movieron, la primera porque no quería pelear y la segunda porque quería analizar a la chica.

En el encuentro con Mitsūri, al inicio solo esquivaba... Luego comenzó a defenderse, pero nunca la atacaba como tal... — Pensó la pelinegra mientras recordaba, no la había visto atacar directamente, solo bloqueaba y daba unos cuantos movimientos más no eran ataques reales — Sus ataques deben ser con fuerza... Incluso Mitsūri tuvo dificultades para esquivar sus movimientos, siendo ella la más flexible de todos los pilares.

¿Porque no ataca? — Sé preguntó la peliblanca con curiosidad, ella tampoco iba a atacar — ¿Sera que está pensado en un movimiento?

¿¡Porque no se mueven?! — Exclamó el pilar del sonido aburrido — ¡Es un enfrentamiento!

— Ups, lo olvide~ — Murmuró Shinōbu con una gracia inexistente, que a los ojos de la peliblanca le parecía extraño y hasta le daba miedo — Aquí voy.

Shinōbu era conciente que no podría derrotar a ___, sabía a lo que se enfrentaba, le ganó a Mitsūri, un pilar bastante resistente y fuerte, no era para subestimarla. Pero quería ver si era lo suficientemente capaz para poder cortarle la máscara, a pesar de su falta de fuerza física.

— ___-san, creo que tú y yo sabemos que no te puedo vencer así como así... — Murmuró la pelinegra con una sonrisa mientras corría hasta la chica — Por lo que tengo otra cosa en mente, ¿Te parece si ganó si te corto la máscara?

— ¿Mi... máscara? — Murmuró confundida y sorprendida ante la velocidad de Shinōbu, era demasiado rápida para su vista, le costaba verla, y eso que aun estaba lejos de ella — ¿Porque?

— Creo que ya te has dado cuenta — Shinōbu saltó hasta la chica, sacando su espada con la intención de cortar aquella máscara — ¿Te parece bien?

¡¿Uh?! — La peliblanca se sorprendió al ver la agilidad de la contraria al igual que su peculiar espada, a esta le faltaba una gran parte — Si no tiene fuerza en los brazos... Entonces usa otra cosa.

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•[Gélido]• || «Giyūū Tomiōka Y Tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora