20. parece el destino

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Harry se reunió con su agente inmobiliario un mes después y hablaron de todo mientras Louis se reunía con su madre y sus hermanas a las que había invitado a pasar el fin de semana. Como su piso era demasiado pequeño para todos ellos y Harry y él aún no habían anunciado su relación a nadie, Louis tuvo que reservar una casa de cuatro habitaciones para el fin de semana. Una habitación libre para Anne y Matt, la madre de Harry y su novio. Harry quería que reservara una casa de cinco habitaciones, pero Louis le hizo callar con un feroz "no voy a follarme a mi novio con mi madre en la habitación de al lado". Porque definitivamente no lo haría y no había ni una sola posibilidad en el mundo de que fuera capaz de mantener las manos alejadas de Harry ni una sola noche, así que Louis reservó la casa de cuatro habitaciones. Menos mal que el verano había terminado, porque si no, no habrían podido reservar nada, ya que Londres era la ciudad favorita de los turistas.

Louis esperó en la parada del autobús, con los nervios enredándose alrededor de Louis como si intentaran asfixiarle. Cuando vio el primer latigazo de pelo rubio bajando del autobús no pudo evitar que una gran sonrisa emergiera de su cara. Caminó hacia la niña y la levantó en brazos, dando vueltas con ella riendo entre sus brazos. Cuando vio a otra niña idéntica, se la llevó a la otra cadera y abrazó a sus dos hermanas. Ya eran demasiado grandes para eso, pero no pudo evitarlo.

Cuando les puso los pies en el suelo con cuidado, les dio un beso en el pelo y ellas le sonrieron con sus grandes ojos azules. Louis levantó la vista y vio a su madre y a sus otras dos hermanas de pie detrás de ellos, el autobús hacía tiempo que se había ido. Lo siguiente que hizo fue acercarse para abrazar a sus hermanas, estrecharlas y decirles lo mucho que las había echado de menos, hasta que Lottie le dio unas palmaditas en la espalda y le dijo que se largara porque no podía respirar. Louis las apretó una última vez antes de soltarlas, riendo mientras lo hacía.

Jay se acercó y puso ambas manos en las mejillas de Louis, mirándolo atentamente antes de pegarle un beso en cada mejilla. Louis se sonrojó bajo su atenta mirada y sonrió cuando por fin lo acercó a ella. Apoyó la barbilla en su hombro e inhaló su perfume. Un aroma que siempre lo centraba y lo calmaba incluso cuando no sabía que lo necesitaba.

"Te ves tan bien, boo, tan feliz". Le susurró su madre en la cavidad de la oreja.

"Lo estoy, de verdad". Louis le devolvió el susurro y la suave risita que soltó su madre le calmó los últimos nervios.

Recorrieron el largo camino hasta la casa sólo porque podían hacerlo. No había urgencia en llegar y el tiempo era agradable y cálido para mediados de septiembre. Las niñas querían tomar algo en Starbucks cuando pasaban por allí y Louis estaba contento de poder mimarlas. Su madre le regañó por pagar pero a Louis no podía importarle menos el dinero en ese momento. Cuando llegaron a la casa Louis sacó la llave y abrió la puerta. La casa era blanca con un pequeño arbusto delante, esa era la única parte verde de la casa pero no les había importado cuando la reservaron ya que de todas formas solo se iban a quedar el fin de semana. La habían elegido por dentro. Harry se había enamorado de la pequeña cocina y del pequeño salón.

Louis les enseñó la casa y Fizzy y Lottie fueron las primeras en reclamar una habitación y las pequeñas les siguieron. Jay y Louis los encontraron saltando sobre una cama de matrimonio en una de las habitaciones y aunque su madre les dijo que pararan con un tono feroz pudo ver la sonrisa cariñosa en sus labios antes de que lo hiciera. Jay llevó su maleta a la habitación opuesta a la que estaban jugando las niñas y Louis les dijo que bajaran a tomar el té cuando terminaran de deshacer las maletas.

"¿Hay alguna otra razón por la que querías que viniéramos este fin de semana aparte de que nos echabas de menos?". preguntó Jay, sonriéndole a su hijo mientras cogía otra galleta de la caja que Louis había comprado antes de recogerlos. Sus manos aferraron la taza con más fuerza y miró a los ojos cómplices de su madre.

Dirty little secret - l.s || TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora