MANJIRO—
Me levanto con algo de molestia de la cama al escuchar la fastidiosa voz de Dasuri llamarme fuera de la habitación, odiaba la estúpida idea de tenerla en mi casa por tres meses después de ese acuerdo, eso ocasionaría malentendidos con Mirai, sé que está enojada conmigo y la entiendo, no es fácil mantenerse tranquilo teniendo a una zorra irritante viviendo en la misma casa, sobre todo por lo que Dasuri dijo ayer con descaro. Eso hizo enfurecer a Mirai y lo sé por la gravedad del asunto, no mentire al decir que no tuve una aventura con Dasuri tiempo antes que conociera a Mirai, pero solo fue algo de unas noches y ya, después me aburrí de ella y llegó Mirai a mi vida. Ella es la única que me interesa y por nada del mundo voy a destruir a mi familia, ella me a brindado todo su amor como para que suceda una estupidez de mi parte. No podía permitirlo.
Camino hasta la puerta y la abro lentamente, encontrándome con Dasuri y sus pijamas provocativas para llamar la atención.
Ruedo los ojos y paso a su lado ignorandolo por completo, lo que ahora me interesaba era saber a dónde iba Mirai tan bien vestida a esta hora.
Con tal de que no haya salido todo está bien, no quería tener una discusión mañanera con ella, pero si era así, tenía que irla a buscar lo más rápido posible.
Entro al comedor y busco con la mirada a Mirai y a Minjiro, pero ninguno se encontraba en el comedor, incluso Sanzu, por lo que suponía que él estaba con Minjiro, pero antes que pudiera salir del comedor para buscar a Mirai, Takeomi me detuvo y lo que me dijo me hizo enfurecer mucho.
— Manjiro... Mirai a salido de la mansión hace unas horas, se fué con Sanzu y Minjiro, se supone que va a acompañar a su hijo a la primaria, pero no dijo a qué hora volvería.
Comentó Takeomi con tranquilidad.
Yo estaba que tiraba todo a mi alrededor después de escuchar lo que dijo, no me era para nada feliz saber que mi mujer estaba divagando por Tokio con el idiota de Sanzu y sin siquiera comunicarme nada, es más, me sentía traicionado por mi subordinado más fiel.
¿Por qué le hizo caso a Mirai?
Chasqueo la lengua y salgo con apuro del comedor hacía fuera de la mansión para ir en busca de mi esposa, pero antes que pudiera ir hacía mi auto, el auto de Sanzu se estaciona frente a mí, lo veo salir, pero no era acompañado de alguien más y eso hizo que mi sangre hirviera hasta el punto de querer explotar.
Sanzu al verme se tensó y se puso frente a mí, haciendo una reverencia, lo miro con indiferencia y me cruzo de brazos.
— ¿Dónde está? —pregunto, tratando de terminar calma, aunque en este momento me era imposible.
— Mi rey... Yo...
— ¿¡Dónde está, maldita sea!? —sueltó con enojo, queriendo calmar mis impulsos, pero sus palabras no me ayudaban en nada.
— Ella está en Hanmamatsu... Dijo que quería ver a su madrina —respondió Sanzu, titubeando en algunas palabras— quise detenerla, pero ella simplemente me ignoró... Discúlpeme, mi rey, pero mi lealtad va hacía ambos por igual, no podía herirla de algún modo aunque usted me lo permitiera...
Suelto un bufido, tirando mi cabeza hacía atrás para encontrar paciencia, vuelvo mi vista a Sanzu y suspiro sin más.
— Créeme, en esta ocasión hubiera sido efectivo haberla herido de algún modo —río sin gracia.
Me doy la vuelta para adentrarme de nuevo a la mansión resignado a irla a buscar aunque supiera su ubicación exacta, ya trataría que la situación no se saliera de control cuando regresará porque aunque la amara demasiado nuestra relación no podía salir a la luz por muchas razones, para mí no era el momento adecuado y sé que eso la hace enojar, pero simplemente no puedo.
***
MIRAI—
Habían pasado unas horas desde que salí de la mansión, había decidido ir a Hanmamatsu dónde mi madrina, la verdad en el poco tiempo que pase con ella me sentí bien, me sentí tan libre que había olvidado en los problemas que me podía meter con Manjiro cuando regresará a casa, pero el silencio que había en el auto me asustó un poco.
— Eh, Haruchiyo... ¿Qué ha dicho Manjiro sobre esto? —pregunte un poco preocupada por el silencio.
Minjiro se había dormido hace unos minutos atrás, por lo que podía decir que estábamos en "privacidad" aunque no me esperaba que él respondiera, ya que no me había hablado desde que llegué a la primaria de Minjiro, así que podía decir que estaba ¿Asustada?
Haruchiyo suspira y me mira por unos segundos en el retrovisor— Nada... Pero solo puedo decirte que nada va a ir bien cuando regreses.
Me quedo en silencio. Me lo esperaba, ya era algo obvio que Manjiro estaría furioso por mi pequeño escape, pero no me dejaría intimidar por eso, tanto él como yo somos libres en este mundo. No voy a dejar que me aprisione en nuestro hogar hasta que él decida sacarme a la luz.
Llegamos a la mansión después de una hora de viaje, me bajo del auto algo apurada, Haruchiyo se ofreció a llevar a Minjiro a su habitación ya que estaba dormido y no quería arruinarle el sueño, no tuve problema con eso, pero si al ver a Manjiro salir de la sala en compañía de Dasuri y Mochizuki detrás de él.
«Demonios» maldije por lo bajo y retrocedí unos pasos para darme un poco de espacio.
Manjiro miró a Minjiro en los brazos de Sanzu y le indicó que lo llevará a su habitación, mientras que a mí solo me ordenó que fuera a su oficina.
Iba a negarme, pero antes que lo hiciera ya Manjiro había regresado a la sala, tal parecía que estaba en una reunión importante.
Suspiro y me dirijo a regañadientes hacía la oficina de Manjiro, tomó asiento en la silla que estaba frente a la suya y espero un buen rato.
Observo con detalles la oficina. Nada cambió, seguía siendo el mismo lugar tenue de siempre, lugar que odia y en el cual me había prometido no volver a pisar, pero aquí estaba yo de nuevo y no para nada bueno.
Solo esperaba que esto terminará rápido.
No quería una nueva discusión con Manjiro, pero si era para defenderme de mi misma lo haría sin dudar, aunque eso terminará desatando nuestro divorcio.
┖Fin del capítulo┒
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura
𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎
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LA MUJER DEL REY | 𝑴𝒂𝒏𝒋𝒊𝒓𝒐 𝑺𝒂𝒏𝒐 [#1]
Fanfiction━━¿Cómo fue que una simple extranjera logró cautivar el corazón de ese frío hombre? Nadie lo sabía, nadie comprendía esa situación ¿Por qué tuvo que ser ella? se preguntaron tantas veces, pero nadie sabía el secreto y ese se trataba de un niño. [Lib...