LA MUJER DEL REY | 𝑴𝒂𝒏𝒋𝒊𝒓𝒐 𝑺𝒂𝒏𝒐 [#1]

13.

"10 de mayo de 2007"

La Kanto Manji se había convertido en una de las tres pandillas más reconocidas en Tokyo en los últimos meses, base a esto tenían contacto de toda clase de artefactos  ilegales, entre otros.

Una noche cualquier Manjiro caminaba en dirección a su departamento, el cual no quedaba lejos de donde se encontraba en estos momentos, el rubio estaba en su propio mundo que no se percató de las personas que veían frente a él, poco le importaba la verdad. Siguió su camino sin detenerse hasta que una chica rubia, tres años menor que él se le acercó y le entregó un amuleto color violeta con una bandita dorada, no se había percatado en que momento se le cayó del bolsillo, pero cuando la chica amablemente se lo devolvió no pudo evitar darle una cálida sonrisa por su generosidad.

Para él ese amuleto lo era todo, cuidaba de el con su propia vida. Si este llegará a perderse, la vida de sus antiguos amigos moriría también, por esa razón evitaba perderlo.

El rubio siguió su camino después de tomar su amuleto, dejando a la rubia con una pequeña sonrisa complacida, después de todo, había conocido en persona al mismísimo Manjiro Sano, y no pasaría ni un día en que no intentará enamorar al rubio.

Mala noche fue la que se llevó años después al enterarse que aquel chico ya contaba con un hijo y estaba casado, sin embargo, no iba a permitir que una cualquiera le quitara lo que por años trató de conseguir. Iba a arruinarle la vida a Mirai Sheng sea como sea hasta verla caer, así también enviar a su hijo a un orfanato para poder estar con  Manjiro, pero nunca pensó que sus propios hermanos iban a arruinarle la vida a ella. Fué tan rápido que le llegó el karma, ahora era ella la que se arrepentía completamente de lo que había causando.

Incluso su propia muerte.

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"Actualidad"

Mirai se encontraba consolando a su pequeño, qué horas atrás fué ubicado en un orfanato casi en deterioro en Hanmamatsu. Todo había pasado tan rápido, el pequeño fué sacado en apuros de sus clases hace tres semanas atras por una mujer "misteriosa", quien lo llevó hasta Hanmamatsu y lo metió a un orfanato con puras mentiras. Minjiro estaba tan asustando en esos momentos que no pudo huir de ninguna forma, pasó tres semanas con malos tratos, en un lugar que casi se caí a pedazos y donde le hicieron mucho bullying en toda su estadía. Esa seria una experiencia inolvidable para él, pero trataría de mejorar ahora que estaba en casa con sus padres.

Por otro lado, hubo una persona que no se la pasó nada agradable en esas tres semanas. Dasuri había sido traicionada en el momento que se dió a conocer qué el hijo de Manjiro había sido secuestrado en su escuela y que por obvias razones ya se traía sospechas de la rubia, quien había acudido a sus hermanos gemelos en busca de ayuda, pero estos simplemente le dieron la espalda, desaprobando su forma tan despiadada de conseguir un amor que por años no fue suyo, ahora le tocaba atenerse a las consecuencias por meter a un niño inocente en una situación que no merecía vivir.

Manjiro se encontraba sentado en una silla de madera frente a la rubia qué estaba casi inconsciente, esta contaba con múltiples heridas en su cuerpo, algunas quemaduras y cortadas, además que Sanzu había foramdo parte, eufórico, de poder torturar de tantas maneras a esa mujer. Le daba igual ya el trato que tenían con su familia, pero atentar así con la familia de su rey ya era un pecado inmenso que él iba a tener el honor de castigar. No por algo era la mano derecha de Manjiro Sano, iba a hacer sufrir a Dasuri hasta que esta muriera de desangramiento, después la tiraría al mar y todos felices.