019| 𝐓𝐚𝐞 𝐌𝐨𝐨

235 17 7
                                    

La puerta fue abierta abruptamente, dejando ver como una mujer de vestido blanco corría con lagrimas cayendo de sus ojos. Ella solo podia escuchar su respiración agitada, sus pequeños gimoteos y detrás de ella... Los gritos de la persona de la cual huía. 

Su padre, bajo de la camioneta viendo el rostro aterrado de su hija, ya imaginaba que había sucedido. La ayudo a entrar  rápidamente a la limusina. Volteo por ultima vez viendo por los ventanales, como ese hombre habría la puerta.

entro al auto, cerro la puerta. Y miro al frente, dirigiéndose al conductor. ─ Arranca.

Nadie hablaba, solo se escuchaban pequeños sollozos. Juwon volteo para ver a su hija, temblaba, y lloraba rodeándose con sus brazos, protegiendo se. Se acerco a ella, la abrazo y beso su cabeza, dándole consuelo. 

── Así que, sucedió. Te trato mal, ¿verdad?

── ¿P- papa, cómo s- sabes? ─ alzo su cabeza, pudo ver el rostro serio de su padre.

── Lo conozco mucho mejor que nadie. En cualquier momento, mostraría su verdadera cara. 

 Seoyun no hablo, se quedo callada y miraba la ventana, recordando las palabras que su padre le dijo tiempo atrás. Le advertía, sobre su futuro esposo, diciéndole que por favor tenga cuidado. 

── Por esta razón, puse guardaespaldas en su casa cuando se casaron, para  tenerlo vigilado. Aunque me pediste que los quite, no lo hice. ─ Seoyun, miro sorprendida a su padre. ─ Desde hace dos años, guardaespaldas vigilan tu casa, haciendo se pasar por personas normales. 

── ¿Papá, es en serio? ─ se separo de los brazos de su padre y miro su rostro─.

── Sí, tu servicio de limpieza, el jardinero, la chef, tu chofer, y todos los que trabajan en tu casa son guardaespaldas.  ─ Miro a su hija, y acaricio su rostro lentamente con sus manos. ─ Se que pareceré un loco sobreprotector, pero prefiero ser eso, que arriesgarme a perder a mi hija.  

── Papá, gracias por protegerme siempre. ─ Hablo con la voz entrecortada, mientras caen lagrimas en sus ojos. ─  te amo papá.

── También te amo hija. ─ Dejo un beso en la cabeza de la más pequeña. ─ Le escribiré a tu hermana, y le diré que prepare a la maquilladora, se te ha corrido el maquillaje. ─ Seoyun, asintió. Siento unas cálidas manos agarrar su rostro y alzarlo. ─ escúchame, hoy es tu día. Vas a presentar nuevos productos que serán exitosos, levantaras la cabeza, no miraras el piso y mostraras lo exitosa e increíble que eres.
Eres mi hija, eres una guerrera, y no te pondrás mal por ese imbécil, concéntrate hoy en tí, y deja que me encargue de él.

Seoyun, seco sus lágrimas y obtuvo una postura firme. Su padre la miraba fijamente, se nota el orgullo en sus ojos, sabía que ella ha pasado por cosas difíciles en su vida, y nunca se ha rendido ante ellas.

── No permitiré que nadie tenga control sobre mí. Nadie me manda, ni él, ni nadie. ─ miro a su padre, y con voz firme ordenó. ─ padre, encárgate de él.

─ Una sonrisa ladina salio de sus labios.─ por supuesto, mi amada hija. Disfruta tu noche, yo, veré qué hago con él.

── ¿Cómo te sientes? ─ preguntó, al hombre que ve por el retrovisor. ─ Hoy la verás, tienes que estar tranquilo.

── Lo sé.

Un Tae Moo, sin barba, con el cabello más corto y con un traje a su medida, jugaba con sus manos, tratando de controlar sus nervios. A raíz de la depresión en la que cayó cuando Seoyun se alejo de él, descuido su apariencia y la empresa, provocando que el abuelo se haga cargo en ese tiempo.

── Llegamos.

── ¡¿Qué, y-ya llegamos?! ─ nervios, miedo, y ansiedad se nota en su mirada. Se agarró de los asientos con todas sus fuerzas.─ ¡NO QUIERO BAJAR!

── Kang, deja de ser exagerado y baja. ─ ordenó, mientras se saca el cinturón. ─ no hagas el ridículo delante de los invitados.

── ¡NO ME IMPORTA QUIEN ME VEA, NO QUIERO IR! ─ se aferró más a los muebles.

── ¡Kang Tae Moo, baja ahora!

── ¡NO!

── Que ridículo es esto, por Dios. ─ masajeo su cien, tratando de calmar su ansiedad. Miro el retrovisor, y vió como una limusina blanca se estacionaba detrás de ellos. ─ mira, llegó alguien. Estamos interrumpiendo su paso, por tu culpa.

El pelinegro, volteo para ver la limusina. De ella, vio bajar al hombre peli castaño. ─ Ay, no. ─ él, estiró su mano hacia la puerta, para que alguien la sostuviera. Salió ella, la mujer dueña de sus desvelos, de su tristeza y alegría.

La mujer, que desde pequeños tiene atrapado su corazón.

── E- es Seoyun. ─ Quito su cinturón rápidamente, y salió del auto escuchando los gritos de sung Hoon. ─ ¡Seoyun!

[ Esa voz ]

La fémina volteo, encontrándose con el hombre que en poco tiempo, la hizo sentir tantos sentimientos.

── T- Tae.


𝓜𝓨 𝓞𝓝𝓛𝓨 𝓞𝓝𝓔  ──── 𝓐𝓱𝓷 𝓗𝔂𝓸 - 𝓢𝓮𝓸𝓹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora