9.- Otra historia que es triste y verdadera (parte 2)

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Jisoo caminaba tan absorta, repasando los libros que llevaría aquel día, que nunca se percató de la voz detrás de ella, que la llamaba con insistencia. Fue hasta que se detuvo para tomar su teléfono y comunicarse con Jennie, que sintió que alguien tocó su hombro con suavidad.

Sobresaltada se volvió y se encontró con la joven rubia de un rato antes; de inmediato todo su cuerpo se tensó, su corazón golpeó con violencia y sólo comenzó a ir en aumento; sus ojos se movieron a todo alrededor de la joven frente a ella para evitar mirarla directamente y apenas se dio cuenta que estaba hiperventilando.

—Disculpa —dijo la rubia algo desconcertada, bajando la vista para intentar controlar el creciente ardor de su cara —. ¿Fuiste tú quién escribió la nota?

Jisoo clavó sus ojos en la nota que la joven le extendía para mostrarla y luego levantó la vista hacia la joven, mientras sentía un incómodo hormigueo en el cuerpo, producido por la culpa y la vergüenza. Se irguió e hizo una leve inclinación.

—Fui yo. Disculpa si fui indiscreta y entrometida. No quise se imprudente... me disculpo —dijo Jisoo para luego incorporarse y mirar a la joven por un momento, desviando la vista casi de inmediato.

Rosé la miró con la curiosidad instalada en los ojos y entonces una tímida sonrisa se instaló en su rostro.

—No, no te preocupes, no estoy reclamándote, más bien al contrario yo... quisiera agradecerte por al recomendación y...

La voz de Rosé se cortó, intentando encontrar la manera de expresar la idea que estaba recurriendo a ella. Su rostro comenzó a teñirse de color rojo.

—Y... —dijo Jisoo dando un paso hacia atrás, como si buscara ponerse en un lugar seguro.

—Y... quisiera saber... ¿eres alguna clase de historiadora o experta en el tema?

Aquella pregunta tomó por sorpresa a Jisoo y se sintió un tanto fuera de lugar, sin saber del todo cómo reaccionar.

—Yo... a decir verdad... —, la joven de cabello negro se balanceaba nerviosamente de un costado a otro en pasos muy cortos; abrazándose a los libros que estaba por adquirir

Rosé advirtió la incomodidad en la joven frente a ella, casi no hacía contacto visual y apenas parecía que iba a mirarla, de inmediato evadía sus ojos, bajando la vista hacia los libros que abrazaba en su pecho.

—Discúlpame, he sido muy descortés abordándote de esta manera; no quería incomodarte. Verás, tantas preguntas son porque necesito conversar con personas especializadas en el tema... estoy haciendo una búsqueda y... no sé muy bien por dónde iniciar o cómo buscar.

Jisoo asintió en silencio mientras escuchaba a la joven. Bajó la vista de nuevo hacia sus libros en tanto parecía meditar las palabras a usar.

—¿Estás... estás haciendo una investigación para un libro o... algo así? —dijo al fin, levantando la vista hacia ella un momento.

—¿Qué?... ¡no!, no, no es... es una cuestión más bien personal. Tiene que ver con mi abuelo.

Los labios de Jisoo formaron una "O" ante lo dicho por Rosé, quien sonrió abiertamente, aunque había un matiz de timidez en ella. Evadió la sonrisa y volvió a bajar la vista hacia los libros en su pecho.

—Sólo... sólo si no tienes inconveniente —dijo Rosé ante la duda de la joven —. No quisiera hacerte sentir incómoda o presionada, tus sugerencias me han ayudado bastante.

Entre ambas se instaló un silencio que resultó bastante incómodo para ambas. De pronto, Rosé comenzó a sentirse intimidada por la mirada tan profunda e intensa por parte de Jisoo en los breves momentos en que ésta llegaba a mirarla; que quiso ofrecer disculpas, agradecer la ayuda y emprender la huida para encontrarse con Lisa, aunque aún faltara tiempo para encontrarse con ésta. Y lo habría hecho de no ser porque la respuesta de Jisoo se hizo presente, apenas audible.

HASTA ENCONTRARLA | CHAESOO/JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora