16.- Si me lanzo a ti, por favor atrápame (parte 2).

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Jisoo respiró aliviada de recibir la disculpa y respuestas de Rosé; por un momento temió haberla incomodado con su penúltimo mensaje, bloqueó su teléfono, se miró al espejo y por primera vez en mucho tiempo, logró ver su verdadero rostro y pensar en ello la hizo sonreír.

Comenzaba a cambiarse, cuando una jovencita se acercó a la puerta, llamó y de inmediato hizo una reverencia.

—Señorita Kim, la buscan —dijo la recién llegada.

Jisoo se giró extrañada; ya había terminado su día en la casa y Choi Siwon siempre avisaba antes de ir. Se acercó a la jovencita, su rostro realmente se veía desconcertado.

—¿A esta hora? Ya he terminado... ¿estás segura que me pidieron a mí?, puede atenderlo alguien más.

La jovencita se removió en su lugar, algo nerviosa.

—Discúlpeme, pero la pidió expresamente a usted; pagó por anticipado y el doble de la cuota. Sólo me pidió que no le dijera quién es ella.

El rostro de Jisoo acentuó más su expresión desconcertada. Sus ojos se movieron con rapidez, pensando en todas las posibilidades, pero no lograba dar. Algo era seguro, no podía tratarse de la rubia, hacía menos de cinco minutos conversaba con ella y mucho menos sabía que era una gisaeng... ¿o sí?

—Iré enseguida. Gracias por avisarme, Min Suk. —dijo Jisoo con una sonrisa, para luego hacer una leve inclinación hacia la jovencita, que respondió de igual forma.

Min Suk dio dos pasos por el pasillo y se detuvo de manera abrupta y volvió a aparecer en el umbral, llevando consigo un enorme ramo de flores que había dejado a un costado de la puerta, antes de entrar.

—Disculpe, señorita Kim —dijo la jovencita, extendiendo aquel ramo hacia Jisoo —; también llegó esto para usted.

La joven gisaeng se acercó y tomó el gran ramo de rosas rojas, entre las cuales había una tarjeta, sabía quién las enviaba, una sonrisa forzada se dibujó en su rostro, que intentó maquillar de la mejor manera posible.

—Gracias, Min. Saldré enseguida.

La chica asintió y desapareció por el pasillo. Jisoo exhaló ligeramente y tomó la tarjeta; el pequeño sobre tenía las iniciales CSW, grabadas en dorado. Colocó las flores sobre el tocador y sacó la tarjeta.

"Me encantaría tener la facultad de moverme a través del tiempo; no para cambiar nada de mi historia... quizá sólo para encontrarte antes.

Siwon"

La joven gisaeng soltó un sonoro suspiro, algo lleno de cansancio y cierto hartazgo. Menuda forma de volver a la realidad; tendría que sentirse eufórica por lo detallista y constante que era el joven, pero no podía sentirse menos emocionada. Había una tibieza que la inundaba en todo lo relacionado con Choi Siwon, pero era más cercano a una tibieza más fraterna. Devolvió la tarjeta al sobre u lo colocó sobre el tocador, junto a su teléfono, en el momento en que la pantalla de éste se iluminó, con dos mensajes nuevo, con remitente ya conocido: Roseanne Park.

Una sonrisa genuina y serena se dibujó en su rostro, iluminándolo por completo. Sus manos hormiguearon por tomar el aparato, pero decidió que esperaría, terminaría de atender a esa clienta de último momento y volvería para responder.

Al llegar al vestíbulo principal, la gisaeng fue llevada a un pequeño salón privado, lo que acrecentó más su desconcierto. Se detuvo frente a la puerta, tanto la joven que la guiaba, como ella, hicieron una inclinación y la puerta se abrió. Los hwahye de Jisoo apenas parecían tocar el suelo, haciendo que flotara casi a cada paso que daba. Al levantar la vista, una joven de cabello castaño le daba la espalda; vestía de negro, un suéter negro ajustado a la silueta, lo mismo que su pantalón también negro.

HASTA ENCONTRARLA | CHAESOO/JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora