El durum de mi vida || Misho Amoli

¿Un beso a él y a mí no?

Me puse a dar vueltas al camerino pensando que hacer con Natalia. La verdad que me había afectado algo pero solo por la sorpresa que me llevé al saber quién estaba bajo la máscara.

-Oye Natalia, ¿puedes venir para hablar? - la llamé, quería quitarme esto lo antes posible y volver a centrarme en mi pelea.

-Sí, dime - se acercó a mí y yo lo único que pensaba es que ese no era su verdadero rostro.

-He estado pensando y.. no me voy a alejar de tí solo porque seas Kanye.

Al escuchar eso, Andrea se giró hacia nosotros y se acercó con cara de enfada pero a la vez sorprendida.

-¿¡Qué?! ¿Vas a estar con esta sabiendo que es un tío?

-Andrea no estoy hablando contigo, no me hagas el drama - suspiré, odiaba que se pusiera así, tan dramática

-Pero no es drama, ¡es un tío, Misho! ¿Te vas a follar a un tío?

-Ya veré yo que hago con mi vida, déjame en paz, no eres mi madre.

Natalia le sonreía a Andrea de una manera maliciosa, haciendo que se enfadara aún más. Cuando yo giré la cara para ver a la Paraguaya cambió rápidamente el rostro por una expresión de tristeza. Yo le dí un abrazo, después de todo me gustaba pasar tiempo con ella, daba igual lo que fuera.

-No pasa nada Nati, pero no me vuelvas a esconder nada más anda - me alejé y la miré intentando darle una sonrisa cálida y reconfortante

-Vale mi Hércules - me guiñó un ojo y me devolvió la sonrisa

-Ahora dejar de darme por culo, que me tengo que centrar en mi combate - volví a mi semblante frío y serio, concentrado, pensando en todas las posibilidades del combate.

Después de unos quince minutos aproximadamente, Karol G dejó de cantar y me tocaba ir a preparme para mi entrada.
Una vez ya me habia puesto el traje con el que iba a salir me coloqué en la entrada hacia el cuadrilátero. Esperando el aviso de la producción escuché como alguien llegó a mi lado, me giré y sonreí en cuanto lo vi.

-¿Que tal princesita? ¿Listo para pelear y ganar? - dijo mi gran amigo Obama

Asentí con la cabeza, lleno de determinación. Una vez me dijeron que ya podía salir noté como el estadio vibraba con la emoción y la expectativa.
Las luces focales se iluminaban intensamente, iluminando el camino hacia el cuadrilátero

La canción comenzó a resonar con fuerza, llenando el estado con su melodía poderosa. Los acordes épicos se entrelazaban en el aire, mientras la multitud aclamaba el inicio de la pelea más esperada, después de la de Natalia y Andrea. Comencé a caminar dando pasos fuertes y decididos, mirando a mi alrededor, sonriendo con grandeza. ¿Lo malo? Atrás de mí estaban Andrea y Natalia acompañándome, pero peleando sobre su pelea.

-Eres una asquerosa, o debería decir, un asqueroso. ¡Hiciste trampa! Pero aún así gané - dijo Andrea

-¿Que yo hice trampa? Yo no compré a los jueces, te metí una paliza increíble y todo el mundo lo sabe, incluida tú

Yo suspiré, intentando no centrarme en ellas, era mi momento, mi entrada, y no quería que nadie me la estropeara. Seguía caminando, enseñando los guantes mientras escuchaba algunas voces del público preguntarse qué hacia ahí Obama, al escucharlos reí en mi interior.

Cuando ya llegué al ring me iban a quitar todo mi traje para quedar solo con lo justo y necesario para pelear. La gente que me acompañaba me iba deseando suerte y después se iban a otro sitio a verme para no tapar la entrada.
Cuando Andrea se acercó a mí, yo pensaba que me iba a desear suerte e incluso quizá darme un abrazo o algo pero cuando ví que fue a dentro del cuadrilátero. Fruncí el ceño, ¿otra vez va a pelear esta tía?

-Andrea tienes que bajar, no te puedes quedar aquí - dije mientras entraba al ring

-Ahora bajo, que voy a darle buena suerte

¿A quién se refería de darle buena suerte?
Ví que se acercaba a Shelao, el cual la miraba con adoración y cierta diversión. Andrea depositó un beso en la mejilla del chileno y se bajó.
Yo tan solo pude ver a mi contrincante, le iba a reventar la cabeza a ese desgraciado.