¿Obama?

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Desde que se fué ayer Andrea a su casa he estado recibiendo una cantidad increíble de mensajes de odio y llamadas de parte de la Natalia y de Andrea. Llevaba mucho estrés encima y lo único que podía hacer que no lo tuviera sería un kebab, pero no uno cualquiera, el mejor del mundo y obviamente sabía dónde estaba.
Me vestí rápidamente y una vez abajo en la calle comencé a caminar hacia la mejor kebaberia. Cuando ya llevaba caminando unos diez minutos aproximadamente un delicioso aroma de especias y carne me envolvió, haciéndome parar en seco.
Siguiendo mi nariz, llegué a un puesto de kebabs en una esquina. Miré a mi alrededor y sonreí, todo el mundo estaba disfrutando de los increíbles platos, y normal, eran los mejores del mundo.
Una vez dentro miré a mi alrededor mientras me dirigía al mostrador, en el cual tras él se encontraba un hombre alto y elegante preparando las delicias culinarias
El hombre vestido con un delantal blanco, bastante sucio, levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los míos.
Me quedé asombrado al reconocer al hombre como nada más y nada menos que Barack Obama, el ex presidente de Estados Unidos.

- ¿Puedo ayudarte, joven? - preguntó Obama con una sonrisa amigable.

Todavía no entendía como uno de los hombres más poderosos del mundo me estaba hablando. Sin embargo, conseguí reunir el valor suficiente y hablé.

-Si ehh.. quiero un kebab, dame uno sorpresa, haz lo que quieras pero que sea el mejor kebab del mundo.

Obama me sonrió y empezó a preparar un kebab con habilidad y destreza.

-Obviamente va a ser el mejor kebab que has probado y vas a probar en tu vida. - una vez lo terminó de preparar me lo entregó y tan solo con el aroma casi me moría - Permíteme enseñarte mi especialidad: el kebab presidencial. Estoy seguro de que te encantará

Pagué el kebab y cuando le dí un mordisco el sabor explotó en mi boca, una perfecta combinación de especias y carne jugosa. Era perfecto.

-Esto es increíble, nunca había probado algo tan bueno - exclamé mientras seguía dando bocados

Obama me sonrió satisfecho ante mis palabras - Me alegra que te guste... - se quedó en silencio esperando a que dijera mi nombre

-Misho, me llamo Misho

-Un gran nombre. Lo que pasa es que después de dejar la presidencia decidí perseguir mi verdad pasión, la gastronomía. Y aquí estoy, compartiendo mis kebabs con la gente .

-¿De verdad? Me encantaría seguir escuchándole hablar, puede acompañarme en una mesa si quiere

Obama asentió con la cabeza y ambos nos sentamos en una de las mesas.
Continúe disfrutando mi comida mientras hablaba con Obama. El ex presidente resultó ser un hombre encantador, lleno de historia increíbles y un gran sentido del humor. Hablamos de películas, series, política, sueños, aspiraciones..

A medida que el sol iba cayendo sobre la ciudad, me dí cuenta de que había encontrado algo más que el mejor kebab de mi vida había encontrado una amistad inesperada con un hombre extraordinario. Obama y yo pasamos horas y horas hablando.
Y así, en un puesto de kebabs cualquiera dos mundos se entrelazaron encontrando un vínculo que demostraba que las conexiones más improbables podía llevar a los encuentros más extraordinarios

El durum de mi vida || Misho AmoliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora