Capitulo 5

630 39 8
                                    


La mañana había llegado, aún podía sentir en su cuerpo los rastros de lo que había sucedido la noche anterior con Link coloreando con el recuerdo sus mejillas, en sus adentros sabía que era un remedio superficial a sus miedos sin embargo se negaba a pensar en ello, guardaba la esperanza de que estando con él los fantasmas se irían y aquella presencia que acechaba en su interior desaparecería con el pasar del tiempo.

Se miró al espejo, acomodando sus cabellos con una trenza, no se sentía del todo lista para enfrentarse a él, aunque las ganas de verlo fueran más fuertes. Cuando por fin se dispuso a salir de la habitación se encontró con Impa, descubriendo que la mujer había dispuesto comida suficiente para el viaje y un par de días más, Link en aquel momento estaba afuera, preparando a su caballo para el largo viaje que emprenderían.

Cuando se encontraron ambos mantuvieron un silencio como si se tratase de una tregua, ella con trabajo y podía mirarle sin que su mente jugase a recordarle lo que había hecho la noche anterior. Zelda había tenido una crianza estricta por lo cual era una inexperta en lo que empezaba a vivir con él pero aquel sentimiento era tan real, negarse a aceptar que se moría de ganas por repetir lo sucedido era inútil.

Estaban en el comedor Impa conversaba tranquilamente sobre el viaje y planes futuros notando como ambos se rehusaban a cruzar mirada, era claro que sospechaba.

Habían acordado mantenerse en contacto de forma regular por medio de cartas, la despedida llegó entonces. Se despidió de Paya e Impa y cuando estuvo lista salió de la casa encontrándose con Link listo para emprender el camino que les esperaba.

El espadachín entonces observó a Zelda, había cierta duda en sus ojos pues no sabía si decirle o no lo que había pasado con la espada maestra, él al contrario de ella era hábil ocultando sus emociones por lo que supuso que la hyliana estaría lejos de notarlo. Se montó en el caballo y en un gesto amistoso se despidió de Impa, no era bueno en las despedidas. Zelda por su lado abrazo a Impa con cariño y a Paya antes de acercarse a la carreta que habían dispuesto para el viaje.

Así empezó el largo camino que les esperaba. Zelda se sentó lo más cerca que se pudo en la carreta. Estaba llena de víveres. Ropa y algunos insumos para el hogar que Paya les había dado de último momento.

- ¿Cuánto tiempo crees que tardemos en llegar? - Preguntó Zelda después de un rato, vencida con la intención de romper el silencio que se había hecho presente entre ellos pese a llevar ya un rato andando.

- Un día y medio, tendremos que parar en un rancho a descansar. - Link no intento ser cortante, salió de esa forma pues su mente yacía en la espada maestra, Zelda se encogió en su asiento ante la frialdad de su voz, pasaba algo. En un pasado lejano aquello hubiese resultado normal pero las cosas eran diferente, existía una nueva dinámica entre ellos y ella no pudo ignorarlo.

¿Estaría enojado por lo de ayer? Quizá me atreví a demasiado pensó ella, sintiendo un ligero peso inquietante acomodándose en su pecho.

- ¿Estás molesto? - Preguntó sin poderlo evitar siquiera.

Link se sorprendió, jalo las riendas sin darse cuenta haciendo que el caballo se agitara pero lo controló de inmediato con pequeñas caricias.

- No ¿por qué piensas eso? – Suavizó el tono de su voz sin embargo no la convenció.

-Parece... ¿te molestó lo de ayer? – No quería ser infantil pero aquello era tan nuevo para ella, no sabía controlar lo que él le provocaba y el miedo a perderlo aparecía sin ser llamado.

Link se encontró sorprendido ante sus palabras - Por supuesto que no ¿por que estaría molesto por eso? - Se giró lo suficiente para mirarle, Zelda notó sinceridad en él, pero eso solo la confundió más.

Más allá de las estrellas | Zelink | Zelda x LinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora