50.De Regresos y Nuevos Comienzos

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Querida Barcelona:

(Hoy solamente guardaré esta carta en mi diario)

Hoy, el viento de la vida me ha traído un torbellino de emociones, como si mis cartas y mis confidencias se hubieran materializado en esta hermosa ciudad. Aquí, entre tus calles y colores, me he reencontrado con mi confidente más querido: tú.

Y mientras el sol se ocultaba en el horizonte, compartía risas y sueños con dos estrellas brillantes que han iluminado mi camino. Sus noticias, como luceros que se alinean en el firmamento, me dejaron sin palabras, pero mi corazón latía en un baile de alegría.

Los lazos de amistad, como raíces profundas, se han entrelazado entre nosotros, creando un jardín de confianza y amor. Y en medio de esa danza de sentimientos, una dulce sorpresa floreció en el corazón de Alice, como una hermosa flor que nace bajo la luz de la luna.

Así, en esta sinfonía de encuentros y revelaciones, me siento bendecida por tenerte, querida Barcelona, como mi confidente, mi confidente que se ha convertido en mi hogar. Y rodeada de amigos maravillosos, siento que la vida me ha regalado un cielo estrellado, lleno de promesas y momentos inolvidables.

Agradezco cada instante que me brindas, cada suspiro compartido y cada latido que palpita en esta ciudad que es como un poema encantado.

Con emoción por tenerte a mi lado, se despide:

Jude B

Jude B

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Jude

Me encontraba en la sala de estar de la casa de Carter, habíamos decidido ver el partido en su casa, bueno, realmente yo le rogué en que fuera en su casa y que hasta pidiéndole si podríamos hacer pijamada en su casa, él no dudó en aceptar, y sus padres encantados de tenerme en casa, así que estaba contenta de estar ahora aquí con él.

-Oye Carter, muchas gracias por recibirme en tu casa enserio- le agradecí mientras tomábamos asiento en el sofá y dejamos las papas y dulces que compramos en la mesa de la sala, para después ir tomando de allí mientras vemos el partido.

-No tienes nada que agradecer Jude, es divertido tenerte aquí en casa- me responde sonriente y yo le devolví la sonrisa y minutos después empezó el partido.

El partido estaba emocionante, bueno, los clásicos siempre son emocionantes y llenos de tensión, aunque lo bello de esto, es que ambos somos fanáticos indiscutibles del Barcelona, así que ambos gritando y apoyando al equipo, eran recuerdos que siempre guardaré en mi corazón.

-Jude, ¿sabes algo?, estoy feliz de que estemos aquí juntos.- me comenta mientras me abraza por los hombros

-Yo también estoy muy feliz de estar viendo este partido junto a ti, eres mi compañero futbolístico favorito- le contesté y lo abracé.

Querida Barcelona | Pablo TorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora