47. La Princesa valiente y el apuesto caballero.

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Querida Barcelona:

Hoy, mientras las sombras se alzaban en mi mente y el peso de mis recuerdos se convertía en una tormenta, me encontré sumergida en un océano de emociones turbulentas. Las aguas agitadas de mi pasado chocaron contra los cimientos de mi ser, amenazando con arrastrarme hacia lo más profundo de la desesperación. En medio de la tempestad, buscaba un faro que me guiara hacia la calma y encontré en ti, mi confidente leal, el refugio donde depositar mis palabras más sinceras.

Me enfrenté una vez más al demonio que me acecha en la oscuridad, aquel cuyas huellas siempre parecen perseguirme sin descanso. Su presencia me envuelve como un viento gélido, haciéndome temblar y anhelar desesperadamente la calidez de un abrazo protector. En esos momentos, el pasado se convierte en una sombra que amenaza con devorarme, susurrándome al oído palabras venenosas que intentan despojarme de mi fortaleza.

Sin embargo, pude encontrar un respiro en la figura de aquel caballero que emergió de la bruma. Él se alzó valientemente para protegerme de las garras del dolor y la angustia. Con su espada en mano, luchó contra el dragón que amenazaba con aprisionar mi espíritu. Su presencia fue mi salvación, su amor mi escudo contra las heridas del pasado.

En nuestras voces entrelazadas y miradas cómplices, encontré un consuelo que trascendió las palabras. Nos sumergimos en un mundo de fantasía, donde las muñecas de porcelana cobraron vida y los castillos de ensueño se erigieron en nuestra imaginación. Nos convertimos en príncipes y princesas, navegando juntos por los ríos de nuestra creatividad, enfrentando juntos los desafíos de un reino mágico.

A través del juego y la dulzura de un pastel compartido, pude sentir cómo sanaban mis heridas y cómo se renovaba mi esperanza. Encontré en los momentos sencillos y significativos una muestra de amor incondicional, la certeza de que siempre estaríamos uno al lado del otro, enfrentando cualquier adversidad que se nos presentara.

Mi Querida Barcelona, es en estos momentos donde comprendo que el dolor del pasado puede convertirse en un pincel en mis manos. Puedo usarlo para pintar un lienzo lleno de resiliencia y valentía. Aunque las cicatrices me recuerden las batallas libradas, también me muestran que he sobrevivido y he encontrado en el amor y el apoyo una fuerza inquebrantable.

Hoy, te confío mis sentimientos más profundos, mis miedos y mis esperanzas. Sé que en tu abrazo de letras y metáforas encontraré consuelo y comprensión.

Se despide la Princesa que trata de olvidar su pasado con ayuda de su apuesto caballero:

Jude B

Jude B

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Jude

Corría con prisa hacia mi habitación, sentía mi cuerpo sudar frío, y susurraba con ruego, "Que no me atrape", una y otra vez, mientras escuchaba sus pisadas detrás de mi, abrí la puerta de mi habitación y cuando estaba a punto de cerrar la puerta, colocó su pie entre la puerta y el marco para cerrar.

Querida Barcelona | Pablo TorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora