Los rumores en GAQUIM no se hicieron esperar de parte del personal, y especialmente por parte de las secretarias, quienes notaban que Lizzi Villers entraba a presidencia, cuando el joven Terius se retiraba a la universidad, y Ferguson era enviado a Starbucks.
¿Coincidencias? No, de ninguna manera lo creían.
Y es que la mujer en cuestión, era tan bella como perspicaz, y es que, a la fecha nadie se explicaba cómo era que se paseaba por la empresa haciendo lo que se le viniera en gana, y nadie sabía a ciencia cierta el puesto que ocupaba. Por tal motivo empezaron a tildarla como la celestina del dictador Granchester.
Dentro de la oficina presidencial, Richard arrugaba entre sus manos la hoja del informe, donde estaba la imagen de la persona que se había encargado de envenenar a su primogénito.
Richard cuestionó a Villers —¿Segura de qué no hay margen de error?
Ella le dio una sonrisa de satisfacción— Estoy cien por ciento segura, ingeniero.
—Maldita desgraciada, páseme su expediente, quiero saber todo de ella.
—Por supuesto, tome. Lo único que nos falta de hackear es su cuenta bancaria, pero ya estamos en eso. Mañana mismo le traigo el monto de lo recibido por hacer el trabajo sucio, y quién es la persona que le ha estado depositando.
—¿Y sí el depósito es en efectivo?
—Usted no se preocupe, encontraré una y mil maneras para dar con quién está detrás de esto.
–Quisiera encararla ahora mismo—. Richard estaba impaciente, el ceño fruncido y las arrugas en su frente eran muestra de su furia.
—Le sugiero que no lo haga, actúe como si nada ha pasado. Es lo más sensato, cuando la tengamos entre la espada y la pared, nos cantará una bonita canción—. Lizzi le dio una sonrisa perversa.
—No tarde señorita Villers, créame que ya quiero acabar con esta mierda.
—Dos días, deme dos días más a lo mucho, y le daré el placer de confrontarla usted mismo... Y posiblemente le traiga un bonus.
Escuchar aquello le gustó a Richard, tomó de nuevo la hoja que había arrugado, la desdobló y contempló la fotografía.
—Nos vemos ingeniero, ya está por volver su asistente—Lizzi se puso en pie y se despidió del hombre mayor.
Richard al quedarse solo, tocó el marcapasos en su pecho. «Si no tuviera esta mierda, otra sería la historia» Se dijo.
Tal y como estaba contemplado, Ferguson golpeó a la puerta e ingresó con los espressos y unos brownies. Richard, que estaba admirando la ciudad desde un enorme ventanal, se giró al verlo entrar, entonces caminó y se colocó el saco. Sin siquiera molestarse en comer o beber algo, apresuró sus pasos a la salida.
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|[| 𝗟EGADO 𝗚RANCHESTER |]|®
FanfictionTerence y Candice, son altos ejecutivos en la empresa familiar, y cada uno tiene una pequeña trayectoria laboral admirable. La expansión de "GAQUIM" durante los años ha presentado un crecimiento sustancial, trayendo consigo nuevos retos y desafíos p...