|| E X T R A - EL CUMPLEAÑOS DE CANDICE-||

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Candice de Granchester

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Candice de Granchester.

La música llenaba el ambiente, todas le chiflaban, aplaudían y pedían qué se quitará una a una las prendas. Obviamente, una de ellas era yo. "Tiger", se quedó solo en el escenario porque los demás chicos bajaron a hacer bailes especiales sobre las mesas V. I. P.

Mientras que todas se deleitaban con tocar y manosear los esculturales cuerpos masculinos, yo seguía embobada con la estrella de la noche, a quién solo un reflector lo iluminaba, él empezó a moverse al ritmo de Earned It, The Weeknd. Mi corazón quería explotar, cuando él arrancó con sensualidad uno a uno los botones de su chaleco negro, dejando expuesto su bien trabajado torso.

 Mi corazón quería explotar, cuando él arrancó con sensualidad uno a uno los botones de su chaleco negro, dejando expuesto su bien trabajado torso

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(Crédito del fanart a Carmesí.art / Bandoleras de Terry).


Sentí el enorme deseo de pasar mis manos sobre la piel masculina, y mis amigas al parecer estaban en la misma situación que la mía. Pero ellas, en cambio, sí tocaban, y más de lo que debían... ¡Ah! Aparté mi vista de aquello, y bebí un shot de tequila, me llevé los granitos de sal y exprimí el limón dentro de mi boca. En eso estaba, cuando Tiger se acercó más a nuestra mesa, y con los reflectores sobre mis ojos, apenas y podía distinguir su endemoniada figura.

Sabía que el stripper en cuestión, hacia más de algo para las cumpleañeras, aunque según me dijo Karen, esa noche yo era la única cumpliendo años. Cuando la música cambió, lo hicieron las luces, y al tenerlo tan cerca, detallé en los cuadritos qué sobresalían de su torso, mis ojos siguieron la línea fina de vellos qué se perdían en el pantalón negro... ¡Dios, ese hombre estaba para pecar con alma y cuerpo! Mis amigas gritaban enloquecidas, pero no podían tocarlo, esa era su norma. Una verdadera lástima, pensé. Sin embargo, él se acercó lo suficiente, yo creí que me daría un infarto con tremendo semental... Pidió una de mis manos y la llevó al centro de sus pectorales, y luego con lentitud empezó a deslizarla hacia abajo...


...


—Feliz cumpleaños Candy—me dijo con su voz ronca—Feliz cumpleaños mi pecosa—. volvió a decir.

«¡¡¿Qué diablos?!!! ¿Por qué me llamaba pecosa?»

Sus tibios labios se posaron sobre los míos, y entonces desperté de aquel ¿sueño? ¡Oh no! ¡¡¡Estás hormonas me vuelven loca...!!!

—¿Cómo está mi bella pecosa durmiente? —Terry me preguntó.

—Bien—, le respondí, creo que algo sonrojada.

—¿Y mi bebé o beba? — Volvió a preguntar, acariciando mi crecido vientre.

—Espectacular—. Respondí.

—Sabes, si es un niño me gustaría llamarlo Terius Alexander, ¿qué te parece?

—¡Me encanta!, y ¿si es niña? A mí me gustaría Ellie Sofía—. Sugerí.

—Me gusta la combinación—. dijo dándome un beso en los labios. Luego acarició mis largos rizos que caían sobre mi pecho—¿Cómo piensas llamar a tu regalo de cumpleaños? — cuestionó, refiriéndose al yate, el cual estábamos estrenando.

—No lo he pensado, qué tal suena "Dulce Candy"...

—No. No me gusta, prefiero llamarlo "Mona Pecas"

—¡Qué malo eres!, ese no me gusta. Entonces que te parece ¿Lady Ardlay?

—No, no usarás tu apellido de soltera...

—Entonces ¿Lady Granchester? — él sonrió con satisfacción. Y volvió a besarme en los labios, hasta bajar al nacimiento de mis senos...

—Lady Granchester será—. dijo apenas audible, mi respiración ya estaba agitada— Mi amor, ¿qué soñabas? —subió su mirada, y se detuvo al verme vacilar.

—Pues, soñaba que estaba festejando mi cumpleaños—. no mentí.

—Así...

—Y apareciste en el...

—¿Yo? ¿Y cómo?, cuéntamelo, quiero saber...

—¡De ninguna manera lo haría! Porque justo ahora—vacilé de nuevo— ¡Tengo antojo de comer una rebanada de pastel!, ¿o no me compraste? —le hice un puchero.

—Claro que si cariño, pero como no sabía cuál elegir, te traje tres.

—¿Tres? — Repetí.

—Sí, uno de fresas con chocolate, otro de zanahoria con frutos secos, y un pie de queso...

—¿Con mermelada de fresa? Pregunté, salivando...

—Sí ese.

—¡En definitiva quiero ese! — él sonrió al ver mi emoción, en eso el bebé, se movió muy fuerte y dio una patadita, llevé la mano de Terry a mi vientre y él lo acarició con devoción.

Mi esposo pegó su rostro a mi barriga, y como si sostuviera una conversación con el bebé, susurró —Está bien, le diré que también le deseas un feliz cumpleaños—.


Este fue un pequeño paréntesis, que de alguna manera va enlazado con el fic

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Este fue un pequeño paréntesis, que de alguna manera va enlazado con el fic. Espero les haya gustado tanto como a mí. (Aunque creo que estuvo muy cortito jajaja).

Astrid G.


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