Capítulo 3 "Culpa"

4 2 0
                                    

El sonido del agua distante de la cascada y la humedad de la caverna...

Sathara guardó sus garras y empujó a Sky, quien con una de sus manos sobre la herida, dio un par de pasos vacilantes hacia atrás, chocó contra la dura y fría pared de roca, deslizándose por ella hasta quedar sentado, con ojos cansados y la vista en la semi-humana.

-Es penoso ver como el príncipe de un reino como Light está aquí, con una herida mortal, a minutos de que su existencia por fin sea borrada de esta tierra, muerto a manos de alguien que parecía ser débil en comparación a él.

-¿Que...querías esto desde un principio?

-Sí. De hecho, desde antes que mí hermano muriese. Ese era nuestro plan, matar a toda la familia real para volver el reino un caos y vengarnos por la destrucción de nuestra aldea.

-Y tomarían el poder después de eso.

Satarah agitó una mano en gesto despreocupado.

-Oh no, no, para nada. Mí especie no está sujeta a esa clase de pensamiento.

Sky tosió, más sangre surgió de su boca y le goteó por la barbilla.

-Parece que realmente estás muy mal-Rió-Creo que no tiene caso el hecho de que siga hablándote-Miró a su hermano-¿Sabes? Desearía poder darle al menos una tumba, pero tengo tan mala suerte que fue muerto por culpa de ese maldito diamante del sol.

Sky no habló, solo se limitaba a verla entre respiraciones forzosas.

Satarah le dio un último vistazo antes de comenzar a caminar en dirección a la salida de la caverna.

-Supongo que estoy sola en esto a partir de ahora.

El eco de sus pasos se escuchaba tan solitario sin el de los pies de Sky.

Apretó la mandíbula haciendo crujir sus dientes.

-(No, no puedo sentirme culpable por esto. Tenía definido mí objetivo desde el instante en el que me di cuenta de quien era y aún así...Rayos, de nuevo esa sensación de culpa. ¿Por qué? ¿Fue porque le herí cuando me estaba abrazando? ¿Por qué rechacé de esa forma tan horrible su consuelo? ¿Horrible? ¡Ja! Él, que es humano, es el horrible no yo. Yo no soy...no soy...).

El labio inferior de Satarah comenzó a temblar ligeramente, un temblor que ni ella misma había notado hasta que se hizo más grande, hasta que su vista se nubló de lágrimas que hubiera derramado de no ser por el tirón que sintió en los hombros.

Luego, en un simple parpadeo, terminó estrellándose contra la piedra de la entrada. El sonido del agua ahogó el aullido de dolor que salió desde lo más hondo de su ser. Su cuerpo se había aflojado de una manera que nunca había sentido en toda su vida.

-Tú...

Dijo con desprecio cuando le vio el rostro al príncipe, segundos antes de que pusiera una daga que había tenido escondida en su ropa sobre la piel pálida de su garganta. Sus rostros encontrándose más cerca que cuando había sido apresada en el bosque.

-¿Cómo fue que lograste...?

-Es mejor que no digas una sola palabra.

-¿Por qué? ¿Vas a matarme? Hazlo entonces. Deshazte de mí como basura, como la escoria que crees que soy. ¡Hazlo! ¡¿A qué esperas?!

Sky solo se mantenía muy cerca de ella, con la daga pegada a su piel aunque sin ir más allá, ni siquiera al punto de que una sola gota de su sangre fuera derramada.

Satarah giró el rostro y evitó su mirada.

-¿Por qué...por qué no me matas y...y acabas con todo esto?

JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora