Sky no se había quedado dormido por ahí como solía hacer desde que Satarah se había instalado en su cabaña con la firme decisión de ayudarlo. Sino que esta vez había acomodado unas pieles que tenía guardadas en el sótano y se durmió en el suelo de la sala-cuarto de su cabaña.
Era de las personas que mientras dormían se movían mucho, así que cuando Sky, con los ojos entre abiertos y sin saber de qué lado estaba más (del de la conciencia o la inconsciencia), quiso ponerse de costado y sintió como algo se lo impedía.
-¡Satarah!-Exclamó sorprendido al verla sentada de lado sobre sus piernas.
Ella sonrió con malicia, señalándole con el brazo extendido y el dedo índice a milímetros de su nariz.
-No creas que se me va a olvidar esa cosa que me diste ayer.
Hizo un gesto de asco exagerado con su rostro y manos.
-Era para que mejoraras ¿a qué ya no te duele?
-Sí, tienes razón, ya no me duele.
-¿Y entonces por qué estás...?-Sky se sonrojó del cuello a la frente-¿...ahí?
Satarah apoyó una mano en el pecho de Sky con despreocupación colocando una de sus piernas sobre la otra, lo estaba usando como alguna especie de asiento.
Se encogió de hombros.
-Quería molestarte con algo ya que no puedo usar mí fuerza-Se reacomodó.
Sky sacudió la cabeza de forma enérgica y desesperada, más cuando sus ojos vieron que Satarah solo usaba la camisa del traje que le había dado, una a la que ella-en algún momento que Sky no había visto-había recortado las mangas, y que esto dejaba ver el comienzo de uno de sus pechos.
-¡Bá-bájate ahora mismo Satarah!
Ella pareció pensarlo seriamente.
-Nah, no quiero.
-¡Pero...porque!
La chica se llevó las puntas de los dedos a la boca cuando rió tal y como lo haría una dama de alta alcurnia para no exagerar el gesto.
-Tú expresión.
-¿Queeeeeeeé?
Ella sonrió.
-(No...no puede ser. Usó mis propias palabras en mí contra, ella es...es...)-Sky se enojó-¡Qué te bajes!
-No.
Giró el rostro para no verla, aunque el tacto era otra cosa totalmente diferente. No sabía si era porque se había dado cuenta, o era una casualidad, pero el hecho de que su hombría estuviese comenzando a moverse mientras se ponía rígida no ayudaba.
Satarah rió de nuevo y se levantó.
-No voy a ser tan mala contigo.
Sky sopló formando una pequeña O con sus labios, su sonrojo bajando poco a poco escuchando como Satarah caminaba a algún sitio.
-¿Entonces ya podemos volver a las cosas serias?
Fue un error mirarla en aquel momento, un grandísimo error. Porque aunque Satarah ahora estaba de pie, el ángulo en el que él podía verla a ella solo hacía que sus pechos normales pareciesen más grandes.
De nuevo esa sensación de presión en su cabeza y su rostro volvió a ponerse rojo.
Rápidamente se tapó por completo con una de las pieles.-¿Podrías darme unos momentos?
-Está bien, te espero fuera.
Sky escuchó más pasos y la puerta abriéndose y cerrándose.
-Se fue, que alivio.
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Juntos
Fantasi¿Qué pasa cuando un solitario chico en el bosque que es más de lo que se ve a simple vista se encuentra con una semi-humana con apariencia de una joven de 18 años mientras esta declara su odio hacia los humanos? ¿Será acaso un encuentro que sucite u...