El agujero del tamaño de una persona estaba listo, aunque al que pondrían dentro aún seguía en su rústico ataúd de troncos para leña a un lado de este.
Satarah miró el rostro de su hermano. Lesmes parecía dormido y por un momento, un pequeñísimo y feliz momento, creyó que despertaría.
Pero no, él estaba muerto y esto era todo y cuanto podía hacer por él. Hubiera preferido una tumba decente, pero era un hecho el odio que le tenían los humanos de Light a los demonios, así que era un riesgo que correrían si hacían una tumba común: que alguien encontrara a Lesmes y profanara su sepultura. Así que esta era la mejor opción: enterrarlo en el sótano de tierra en la cabaña de Sky.
-Ya deberíamos ponerlo-Le dijo en voz baja y comprensiva, aunque Satarah no había derramado ni una lágrima más.
-Sí, es verdad.
Sky asintió y tapó el ataúd para luego colocarlo en el agujero que habían hecho en la pared más alejada de la escalera. Cuando la tierra cubrió por completo la caja, la semi-humana suspiró con un peso que le oprimía el corazón.
Ella y Sky se miraron cuando este último se dio la vuelta. Recordaron entonces, lo que había pasado en la caverna detrás de la cascada.
(...)
-Te ayudaré a recuperar a Arthur.
-¿Qué? No. ¿Cómo piensas hacerlo? Digo, mírame, es evidente que soy más fuerte que tú y aún así no pude hacer nada.
-Entonces es verdad lo que pensaba: sí te has rendido.
-No es eso. Prefiero no arriesgar a mí hermano. Él al menos está vivo, eso es lo que importa.
-¿Y que pensaría si supiese tu forma de ver las cosas? ¿Crees que estaría contento?
-Por supuesto que no lo estaría, pero sí entendería el porque. Estoy seguro...
Hizo una pausa en sus palabras cuando aquel pensamiento llegó a su mente como la primera vez que lo tuvo.
-Estoy seguro que Arthur fue castigado también. Si hiciera lo mismo de nuevo pensará que me arriesgué por nada, que no tomé en cuenta las advertencias que los de Gloom me dieron. Ya no sé si tan siquiera pueda llamarlo hermano porque...
-¿Por qué?
Preguntó la chica, con un tono entre suave y áspero ya que no solía interesarse por nadie.
-Porque debí ser más inteligente en aquel momento y no haberme lanzado de cara al peligro.
-Entiendo.
-¿Ves por qué creo que es mejor dejarlo así? Yo sé perfectamente que es imposible que maten a mí hermano porque si lo hicieran ya no me importaría atacar su reino. Pero como él está allá no puedo arriesgarme a que muera, como todos los que se me acercan.
-¿A qué te refieres con eso?
-Es exactamente como lo escuchaste. Todas las personas a las que termino queriendo acaban muy mal. No se que es esto, si es mí aura o alguna maldición, pero solo puedo hacerle daño a los demás.
-(Oh...eso es...).
Satarah suspiró.
No se le daban bien las palabras de ánimo o de consuelo, y se sentía incómoda sin decir nada o tartamudeando, así que lo único que hizo fue alargar el brazo y poner la mano en el hombro de Sky. Miraba a otro lado, un poco sonrojada y con cara de "hago lo que puedo".
-Te diré la verdad: no tengo ni idea de cómo ayudarte, pero sé que algo se me ocurrirá. Debo hacer algo para compensarte.
-De nuevo eso.
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Juntos
Fantasy¿Qué pasa cuando un solitario chico en el bosque que es más de lo que se ve a simple vista se encuentra con una semi-humana con apariencia de una joven de 18 años mientras esta declara su odio hacia los humanos? ¿Será acaso un encuentro que sucite u...