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"Hola Getze" Escribió veinte minutos después de que se le fuera aceptada su solicitud, veinte minutos habían sido una eternidad para Alejandro pero no quería parecer un acosador.

"Hola :) " respondió Getze. Con ese emoji era suficiente para imaginar su radiante sonrisa que había observado desde lejos.

"¿Cómo estas?" Escribió Alejandro, se encargaría de hacer consumir la plática hasta que pudiera conocer más de ella.

"Bien y tu?" Y así fue como durante una hora se dio una plática agradable, en donde él daba preguntas y ella escribía respuestas.

El tema de conversación exigía mucho de ambos. Sin embargo Alejandro omitía decir cosas lindas por temor a que la plática se volviera incómoda y lenta.

"Oye y tu tienes lunares o cicatrices extrañas?" Pregunto Alejandro, que se le empezaban acabar las preguntas.

"Si, tengo una cicatriz, que de hecho parece lunar pero fue por que me queme con la plancha de chiquita y tu?" contesto Getze, ella realmente no se sentía incómoda narrarle un poco de su vida, como otras veces y con otras personas.

"Yo sólo tengo muchos lunares" Respondió con desinterés, pensando que para la otra la vería a más detalle para notar esa cicatriz.

"¿Y pecas?" pregunto Getze, sólo por curiosidad. Nunca lo había visto de cerca por lo tanto no había notado eso detalles importantes de su rostro. Pero a pesar de la distancia desde donde lo veía, nunca le había notado ninguna.

"Sólo cuando te miro" contesto Alejandro de una manera muy sutil. Le había dado otro enfoque a su pregunta pero al notar que la respuesta de ella empezaba a tardar más de lo normal, se arrepintió de haberlo mandado.

"Jajaja sólo era broma ¿okey? y no, no tengo pecas" corrigió Alejandro.
Y la conversación siguió su curso hasta que Getze fue la primera en despedirse y allí acabaron las primeras pistas para Alejandro.

Veintisiete días antes.

La graduación se acercaba, ese día en donde los recuerdos regresan para hacer derramar lágrimas a aquellos que se iban de instituto.

—Getze, ya viste quien viene ahí—dijo Sofía, sólo para hacer que Getze cruzara la mirada con Alejandro.

Pero esta vez Getze quiso hacerlo. Lo miro y él se limito a saludarla con un gesto con la mano.
Todo el grupo de tercer año se encontraba realizando un mural para su clausura sin embargo al notar la presencia de este, comenzaron los aullidos en señal de burla.

—¿Te gusta Getze?—le pregunto su compañero que compartía el mismo nombre con él. Su mejor amigo y su tocayo.

—¿ Por que, se nota mucho?—admitió Alejandro.

Y los dos comenzaron a reír.
Mientras que el día continuaba en curso.
Alejandro encontró algo muy curioso dentro de su mochila. Parecía una carta, no perdió tiempo y comenzó a rasgarla por un extremo.

"Te odio"

-G

Era lo único que había encontrado en el interior de esos pedazos de papel y para su mala suerte no podía reconocer la letra, ya que habían sido letras mal recortadas de una revista.
"¿Quien demonios era G?" Se pregunto a sí mismo.

El reencuentro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora