Capítulo 7- La vida sigue.

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El domingo de carrera llegó.

Mi nerviosismo aumentaba conforme veía como Hamilton o Russell se iban acercando cada vez más al cabeza de carrera.

Verstappen lideraba, aun que nuestros pilotos no estaban lejos de arrebatarle su lugar. Sobretodo Hamilton, quien iba segundo por delante de su compañero.

Las uñas de mis manos golpeaban sutilmente el escritorio con inquietud. Además de que, por otra cámara, veía como el cuarto piloto en la carrera, nada más que Charles Leclerc, el momentáneo candidato este año al campeonato del mundo venía con un gran ritmo.

Todo iba en orden, le habían pedido a Hamilton que fuese con todo para ir a por Max, mientras que a George le pidieron que controlase sus neumáticos para mantener a raya a Leclerc si llegaba a alcanzarlos.

Hasta que todo se arruinó.

— Agh... Creo que tengo un pequeño pinchazo en la rueda trasera derecha. — Informó Russell por la radio.

Comprobamos y era cierto. Tenía un pinchazo en aquella rueda por lo que estaba perdiendo mucha presión .

Rápidamente todos los mecánicos se prepararon fuera del pitlane para recibir al monoplaza con el número 63.

Miré a mi padre quien se sacudía el pelo en señal de desespero. Toda la estrategia se había ido a la mierda en tan solo 10 segundos.

Me concentré de nuevo en la cámara.

Russell había perdido 8 posiciones debido al tráfico que había justo por la parte media de la parrilla. Era un suicidio parar ahora y eso nos había tocado hacer. Ahora iba onceavo.

Le costaría unas pocas vueltas en subir de nuevo pero mientras tanto, Lewis estaba expuesto.

Charles ahora estaba tercero pisándonos los talones, con un neumático mucho más nuevo y rápido.

En cuestión de 4 vueltas Leclerc había rebasado a Hamilton en una recta con la ayuda del DRS.

Mi padre se levantó bruscamente de su silla y abandonó la oficina. No tenía idea de a donde iba, pero lo conocía demasiado bien como para saber que preguntarle ahora era una mala idea.

La próxima parada de Leclerc era Verstappen. Quedaban 5 vueltas y lo tenía a 1.2 segundos.

El estómago se me estrujaba al ver como los dos pilotos peleaban por liderar la carrera.

Y así, en uno de los muchos intentos de adelantar a Max, ambos coches se tocaron entre sí. El coche azul tuvo suerte ya que logró mantenerse en la pista, mientras que el Ferrari de Leclerc salió disparado hacia los muros.

Comencé a temblar ligeramente mientras veía como Charles no se dignaba a salir del monoplaza.

— Mierda, ¿él está bien? — Pregunto mi hermana por la radio, atenta al accidente.

No había respuesta para aquella pregunta en aquel momento. Sin duda había sido un fuerte golpe.

Todos, incluidos los aficionados estaban expectantes, observando como los de seguridad intentaban llegar al coche mientras conducía por la pista el coche de seguridad.

Solté un potente suspiro cuando Leclerc al fin habló por la radio.

— Mh... estoy bien chicos. — Se limitó a decir.

Consiguieron sacarle del monoplaza cuando una pequeña moto se lo llevó.

Y así, la carrera acabó detrás del Sefty Car, consiguiendo podio Verstappen, Hamilton y Norris.

El Gran Premio [ Charles Leclerc ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora