La debilidad de Sano Manjiro, mejor conocido como El Invencible Mikey.
Umi Suyen, una pandillera es nuestra protagonista. El universo decidió unir su alma con la de cierto chico rubio.
Busco plasmar de la forma más clara que pueda; mi idea sobre l...
—¡Mikey! —Giro su cabeza en dirección al grito. El chico se encontraba recargado en la entrada de una tienda de dulces. —Mira lo que te compré. —La peli negra se acercó extendiéndole una bolsa de dorayakis.
—Suuyi-chan. —Dejando de lado la bolsa de dulces Mikey se lanzo abrazando a la chica por el cuello haciéndola tambalearse en su lugar. La chica se sonrojó levemente y puso una mano sobre el cabello de Manjirō.
—Oe, Mikey. Los conseguí, vámonos. —Draken salió de la tienda de dulces, poniendo sobre la cabeza de Mikey una bolsa café. —Oh, Suy, ya estas aquí. —Suyen dirigió su mirada al más alto, saludándolo con una sonrisa.
—¿Qué le compraste a Mikey? —Pregunto asomándose a la bolsa. En cuanto vio el contenido volteo a ver al más alto. —Te gane, yo le di dorayakis a Mikey antes. —Presumió de manera infantil mientras se expandía una sonrisa triunfadora en su rostro. El rubio pequeño estaba fascinado con ver las dos bolsas llenas de su aperitivo favorito, los ojos le brillaban mientras no dejaba de ver las dos bolsas en cada una de sus manos.
—Metiche. —Murmuro Draken sin ser escuchado por la chica. —Tenemos que irnos. —Dijo dándose media vuelta para caminar con las manos metidas en sus bolsillos, a veces le costaba entender como era que podía aguantar a ambos niños pequeños. A pesar de que Suyen era un año mayor que ellos, era Draken quien parecía el mayor en ese grupo. Draken soltó un pequeño suspiro de resignación.
—¿Por qué tanta prisa, kenchin?. —Pregunto Suyen usando el apodo de manera burlona. Una vena de enojo se marco en la sien de Draken pero se quedo callado y no volteo a verla, no le daría la satisfacción de verlo enojado. Mikey quiso reír pero enseguida se sintió atragantado por estar comiendo con tanto apuro.
—Escuche que un grupo de alguna división esta organizando peleas clandestinas, quiero ir a verlos, esos idiotas dejan con mala reputación a ToMan. —Siguió caminando con los otros dos pisándole los talones.
—Ya veo, ¿no será el idiota de Kiyomasa? Ya le había dicho a uno de sus amigos que eso no es lo que la ToMan hace. —Respondió la peli negra acercándose a Draken.
—Por lo que he escuchado se que se trata de Kiyomasa. —Le dio una rapida mirada a la chica tras de él.
—Entonces, camina más rápido o también te golpeare a ti. —Suyen adelanto a Draken mientras tomaba de la mano a Mikey y lo jalaba junto con ella.
Al llegar al lugar, los tres visualizaron a lo lejos a un montón de locos alentando una pelea en las gradas. Debajo se encontraba un chico siendo masacrado por Kiyomasa. Suy frunció el ceño, honestamente le parecía bastante triste la escena.
