Capítulo 3

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Narra Ta:




Me sentí muy decepcionado con sus palabras, bajé mi cabeza y unas lágrimas volvieron a escaparse, antes de que yo me fuera corriendo al baño para huir de él. Lloré por lo que parecieron horas interminables, porque mis padres jamás me levantaron una mano, crecí en una familia llena de alfas que siempre me trataron con amor.

Apesar de ser un Omega nacido entre alfas, siempre hubo respeto para mí y ahora con este alfa, ese respeto murió; solo soy un simple Omega esclavo que debe cumplir con sus caprichos. Cuando sentí que había liberado gran parte del dolor acumulado, salí, solo para encontrar al alfa acostado en mi cama, mirándome fijamente.

- ¿No te dije que odio a la gente que llora? ¡Ve a lavarte la cara, maldita sea! ¡Tengo sueño y te quedaste dos horas en el baño!

- Sí alfa.

Entré de nuevo en el baño para lavar mi cara y mis dientes, salí y el alfa me hizo señas de que me acostara a su lado; aún con el miedo que sentía de volver a enojarlo, hice lo que pidió. Regresé y como lo vi con los ojos cerrados, decidí irme al otro lado de la cama, donde me acosté sin hacer mucho movimiento y sin acercarme demasiado a él.

- UGHH... - Grité de susto cuando de pronto, él me acostó bien y me agarró de almohada. - Alfa...

- Silencio... ¿Por qué eres tan suave? Así vamos a dormir a partir de hoy, porque incluso hueles bien.

- Pero, yo...

- Que te calles, las almohadas no hablan. - Mi corazón estaba inquieto, al igual que mi Omega, parecía girar y mover la cola continuamente. - Tu corazón está bailando.

- Alfa, si no te duermes, te puedes regresar a tu habitación. - Dije en tono serio y me cubrí la cara al darme cuenta de que fue una falta de respeto y él se levantó solo para fulminarme con su mirada.

- La próxima vez que me hables de esa forma, tus dientes volarán hasta el jardín. ¡Única advertencia, maldito mocoso!

Tuve que mantener mi mente abierta, trayendo recuerdos de mis padres y hermanos una y otra vez para hacerme creer a mí mismo, que puedo ser feliz al menos por minutos bastante mínimos. Apesar del pesor del cuerpo sobre el mío, pude dormirme lentamente, pensando en lo único que me hace feliz, pero me desperté por la humedad que sentí en mi cuello.

- ¡Alfa, no espera! - Traté de apartarlo cuando abrí mis ojos y noté que estaba succionando mi cuello.

- No me detengas... - Bloquea mis manos contra el colchón y mi corazón se aceleró. - Cierra tus ojos y piensa en lo que sea que estabas pensando, si cambias de aroma en cualquier momento, te golpearé tanto que no podrás levantarte y te obligaré a que lo hagas para cocinar.

Mis lágrimas salieron sin control, fue cuando noté que no podría cambiar nada de lo que pasaría esta noche, así que cerré mis ojos, abrí mi mente y solo pensé en mis padres, tratando de ignorar lo sucio que me sentía cada vez que el alfa besaba mi cuello o cuando rompió mi camisa, inclusive al sentir sus dientes, casi romper mis pezones.

El resto de mi ropa también fue expulsada de mi cuerpo y así descubrí que estaba completamente expuesto ante este alfa que solo busca su propio placer, así tenga que provocar mi dolor. Continué tratando de concentrarme en mis padres, porque sabía que si mi aroma se volvía agrio en cualquier momento, él cumpliría su promesa de golpearme.

- Mmm... Hueles muy bien... ¡Vales cada centavo, niño!

Me sentí asqueado cuando sus manos se pasearon mi piel, pero seguía logrando controlar mi aroma, excepto al sentir sus labios sobre mis mejillas, por alguna extraña razón me gustó que hiciera eso. Pero no había duda que no quería estar con él, al menos no en estas circunstancias, es como si me estuviera forzando a tener intimidad con él.

Un Alfa Obsesionado "JeffTa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora