Invitación peculiar

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¡Hola! Si, otra historia más. Quiero que esta sirva para explorar el amor entre carnívoros y herbívoros, ya que me gusta mucho el concepto. En fin, no molesto más ¡Que comience la historia!

Cómo siempre, llegaba a casa cansado.

Tener el peso del conglomerado sobre sus hombros era un mal que no le desearía a nadie.

Reuniones, actos de publicidad, conferencias, más reuniones y montones de números. Casi todo su día lo dedicaba al trabajo.

Todo para llegar a casa drenado de su energía. Por suerte no todo era tan malo, mientras se tiraba en la cama alguien entró a la mansión lista para iluminar su noche.

-Fly me to the moon🎶- Ella amaba esa canción, la cantaba todos los días al llegar a casa.

Louis solía responder, su canto no era el mejor pero lo intentaba. Hoy su cuerpo no podía hacer mucho por más que le pesara.

-Hola cuernitos- Abrió la puerta a la habitación y lentamente se acercó a él, mientras él admiraba la figura de su depredadora favorita.

-Hola lobonita- Acarició su cara al tenerla junto a él. Se dieron un beso y se acostaron a descansar.

-¿Cómo te fue?- Siempre preguntaba lo mismo, consideraba importante el apoyo e interés mutuo en sus trabajos.

-He estado muy ocupado, es temporada alta después de todo… ¿Como estuvo el teatro?-

-Deberías haberlo visto, desde que ampliamos el edificio podemos dar espectáculos que nunca hubiéramos imaginado… el elenco te adora, deberías pasarte por ahí de vez en cuando- Propuso contenta, Louis suspiró y la miró con cariño a los ojos.

-Te prometo que pronto haremos algo de eso juntos- El estómago de la loba interrumpió la conversación. -¿Quieres cenar? Creo que podemos reservar en algún lado-

-Quizá… Me gustaría cocinar algo contigo- Últimamente no pasaban mucho tiempo juntos, Louis estaba de verdad muy ocupado.

-Claro- Dijo tratando de levantarse -Dame un minuto-

Juno lo abrazó con fuerza y sin decir nada lo levantó y cargó cómo si fuera un bebé. Louis, sorprendido, se quedó callado ante la extrañamente linda sensación de ser sujetado por dos fuertes brazos de carnívora.

-Te ves sorprendido- Comentó risueña

-Guau… sigue-Lo único que pudo salir de su boca agitada.

-Te llevaré hasta la cocina- Comenzó a moverse, con algo de dificultad cargaba a su presa por la mansión.

-Llevame a donde quieras- El ciervo se veía cautivado por lo que hacía la loba, la extraña mezcla de peligro y cariño que su cuerpo sentía era algo increíble.

-Podemos volver a la cama si quieres- Coqueteó acariciando la cara del ciervo. Su estómago rugió por lo que tuvo que cambiar de opinión -Quizá luego-

-¿Quieres comerme como cena?- Bromeó.

-¿Y si mejor te como otra cosa?- Continuó mientras bajaban las escaleras.

-Pensé que querías dejarlo para luego…-

-Pues traje una sorpresa para cuando suceda… ya verás, ahora, camina- Lo dejó en la cocina y ambos se pusieron manos a la obra. -¿Qué quieres comer?-

-Hmm, creo que estoy de humor para, veamos… - Intentaba pensar en algo sencillo de hacer, para no repetir cierto incidente de cuando recién comenzaban a salir de nuevo. -¿Sopa?-

Cómo amar a tu pareja y no devorarla en el intento (Beastars fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora