El regalo de la vida

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Uno de los momentos más importantes de sus vidas llegó por la tarde, cuando la pareja cerró su local de comidas.

Haru llevaba horas sintiendo contracciones y demás sensaciones previas al parto pero se rehusaba a ir al hospital hasta cerrar. Con el pasar del día se volvían más fuertes y frecuentes, lo que llevó a ambos a creer que el momento del parto se acercaba.

No lo esperaban y para ser honestos tampoco estaban preparados. Tuvieron que llamar a un Taxi para llevar a la embarazada al hospital. Legoshi vivía el momento con muchos nervios y ahora daba vueltas por aquel pasillo.

La coneja fue llevada a la sala de parto, a él no lo dejaron pasar, lo que no ayudó a su estado de ánimo. No tenía a nadie cerca para calmarlo y quienes pasaban por ahí lo evitaban, después de todo un lobo como Legoshi en una situación de nervios de tal magnitud podía ser aterrador.

Pasó horas dando vueltas. Cada vez que se sentaba volvía a levantarse, de pronto escuchó a la coneja en su esfuerzo por parir y comenzó a rasgar la puerta para que lo dejaran entrar. Entonces fue detenido por un guardia de seguridad que llevaba un tiempo examinando su situación.

-Mi novia está ahí… Necesito entrar-

-No puedo ayudarte con eso. Ahora cálmate o tendré que sacarte de aquí por las malas-

Legoshi tomó aire y lo dejó salir una vez el guardia se fue. Necesitaba saber que todo saldría bien, la doctora hace meses les dijo que sería un parto complicado y el lobo temía perder a quién más amaba en el proceso. Mientras se hundía en el pensamiento Jack envió un mensaje a su teléfono.

-Ya llegué ¿Dónde estás?-

Olvidó que minutos antes le pidió que lo acompañara, por suerte su amigo labrador tenía el día libre.

Jack y Legoshi se reunieron y el primero lo invitó a un té para que se relaje un poco.

-Me siento mal, debería estar ahí con ella-

-Algo me dice que quizá sea mejor que te quedes aquí- Sonrió -Tú tranquilo, los doctores saben lo que hacen-

-Eso espero- Frotó sus manos -No creo que hayan asistido un parto de híbrido entre lobo y coneja antes… Tengo miedo, Jack-

-No pienses en eso, pronto tendrás a tu hijo en tus brazos y habrás formado una bonita familia. Todo esto será un recuerdo y ya-

-Si pero… Quiero saber como va la cosa ¿Sabes? Debería volver a la puerta-

Jack lo detuvo de levantarse -Si lo haces seguro te pondrás peor. Solo esperemos aquí ¿Si? Alguien nos llamará eventualmente-

-No lo sé- Necesitaba saber si Haru y su hijo se encontraban bien. Volvió a levantarse y Jack fue con él.

-Legoshi tienes que calmarte, todo saldrá bien- No lograba calmarlo, llegaron a la puerta y volvieron a escuchar a la coneja tratando de parir a su hijo. -Agh no soy bueno para esto, si sigue así se va a volver loco, necesito encontrar la forma de calmarlo-

Legoshi hacían ruiditos de perro triste frente a la puerta, la situación lo tenía mal, pasaba uno de los momentos más tensos de su vida y eso que vivió unos cuantos.

Jack se sentó junto a él y le dió unas palmaditas en la espalda. La sala de parto se volvió silenciosa por un momento.


Su retoño fue un parto difícil, pero lo logró.

Ahora Haru descansaba junto a su pequeño en la cama del hospital.

Cómo amar a tu pareja y no devorarla en el intento (Beastars fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora