Capítulo 30: Otra vez sin un peso
Zhao Hai tenía un plan específico en mente para dar un ejemplo a los otros esclavos y motivarlos a ser más creativos. Quería que Ju Buda, la recién nombrada ciudadana de la familia Buda, cenara con ellos esa noche para que los otros esclavos pudieran ver el cambio en su estatus. Esto les daría una nueva perspectiva sobre sus vidas y podría inspirarlos a trabajar más duro.
Ju Buda estaba nerviosa por cenar con los nobles. Antes, como esclava, nunca había visto cómo cenaban los nobles, solo había oído hablar de su extravagancia. Esperaba una cena lujosa con utensilios de oro y plata. Sin embargo, se sorprendió gratamente cuando vio que la cena que Merine les sirvió era bastante simple: pan, sopa, verduras y carne. La cena de Zhao Hai y los demás era mejor que la comida que solía comer como esclava.
Zhao Hai notó la expresión de Ju y la tranquilizó, instándola a sentirse cómoda. Le explicó que, como ahora era una ciudadana de la familia Buda, no necesitaba estar tan nerviosa. Ju se relajó gradualmente y comenzó a compartir su historia con Merine.
La historia de Ju era desgarradora. Su familia, originalmente plebeya, había caído en la esclavitud debido a circunstancias desafortunadas, incluyendo la enfermedad y la deuda. Zhao Hai simpatizó con su situación y la recompensó generosamente por su valentía al destacarse. Le otorgó un salario mensual, un apellido de la familia Buda y un nuevo nombre, Ju Buda.
Después de la cena, Zhao Hai y los demás se retiraron a la sala de estar, donde discutieron la importancia de que Ju sirviera como ejemplo para los demás esclavos. Merine estaba preocupada por la situación actual de la familia Buda, ya que habían agotado la mayoría de sus suministros y se enfrentaban a amenazas en el Pantano del Cadáver Podrido.
Zhao Hai decidió entrar en el espacio para recolectar los rábanos mágicos maduros. Antes de partir, le recordó a Meg la importancia de mantener en secreto el espacio, ya que solo un puñado de personas, incluyéndolos a ellos, conocían su existencia. Luego, Zhao Hai y Meg se dirigieron al espacio juntos.
Mientras Zhao Hai estaba en su habitación, reflexionó sobre su situación financiera. Solo le quedaban 50 monedas de oro, y debía decidir si vender los rábanos mágicos o el maíz para obtener más ingresos. Consideraba que el maíz era más valioso, ya que podía usarse tanto como alimento como para alimentar a los animales.
Después de ponderar sus opciones, Zhao Hai tomó la decisión de vender los rábanos mágicos. Planeaba mantener las hojas de rábano por separado para alimentar a los conejos de ojos azules, lo que les proporcionaría una fuente constante de alimento.
Con estos pensamientos en mente, Zhao Hai se preparó para descansar, consciente de que el trabajo del día siguiente sería agotador. Con su nuevo ejemplo, Ju Buda, esperaba que los esclavos se sintieran motivados para mejorar sus vidas en las Tierras Negras.
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Trasplantados en lo Desconocido
FantasyEn un lugar especial de nuestro mundo, donde la magia y la ciencia se encuentran, una granja común se convierte en el epicentro de una aventura extraordinaria. De repente, ocurre algo misterioso y nuestro protagonista es llevado a un nuevo lugar. Al...