1.🐻

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KH

Lunes por la mañana, 7:15 AM...

Diablos.

Tengo 45 minutos para despertar a los gemelos, preparar el desayuno, arreglarme y llevarlos a la secundaria... Supongo que empieza de nuevo mi rutina diaria.

Solté un suspiro resignado despegando la vista del techo oscuro de mi habitación. Estiré mi brazo hacia el lado izquierdo de mi cama...

Vacío.

Y frío.

Seguramente se volvió a quedar en la habitación de visitas para no despertarme.

Me levanté y me puse mis pantuflas, y salí de la habitación arrastré mis pies hasta la puerta gris en el otro extremo del segundo piso de la casa.

Abrí despacio la puerta de madera gris y asomé mi cabeza. La habitación estaba oscura como lo supuse.

Olía a fresa. Eso me hizo sonreír.

Entre dejando la puerta abierta permitiendo que la luz entrara en la ordenada habitación, me acerque hasta la cama y me senté al lado del bulto debajo de las sábanas.

Acaricié suavemente la liza cabellera rubia oscura según el dueño, aunque a mí me parecía más un color más cómo castaño claro, pero el punto es que estaba hermoso, sonreí y acaricié la mejilla de mi bebé, tan tranquilo y sumido en su sueño parecía un angelito.

—Dongmie, Dongmie cariño despierta... Hay que ir a la escuela —Le hable bajito, el se removió y abrió sus ojitos, me miró y sonrió.

—Buenos días, mamá — Con sus ojitos entrecerrados me sonrió, se apoyo sobre sus codos, se sentó y le dejé un besito en la frente como de costumbre —¿Cómo amaneciste? — Con los ojitos cerrados recostó su cabeza en mi hombro.

- Bien cariño, ¿Y tú? — Le acaricié el cabello mientras él se removía y dejaba su cabeza apoyada de forma que su nariz rozara mi cuello.

—Bien supongo —Se encogió de hombros enderezando su espalda. Yo le desordené su cabello dejé otro beso en su frente y me levanté.

—Ve a bañarte y cambiarte mientras yo despierto a tu hermano y hago el desayuno — Después de escuchar un "Si má" salí de la habitación y fuí a la de enfrente con la puerta blanca.

De igual manera abrí y asomé mi cabeza en la habitación la cuál era semi iluminada por la lucesita de noche al lado de la cama.

Olía a frambuesa.

Me adentre en la habitación, dí dos pasos y tropecé con lo que reconocí como una bota negra, más adelante había una playera en el piso y así con diferentes -en realidad de todo - cosas en la habitación, negué con la cabeza mientras recogía prendas que supuse estaban sucias y las dejé dentro del cesto de la ropa para lavar que estaba en el baño.

Luego me acerque al volcán de sábanas y almohadas sobre la cama.

— Donguie... Donguie cariño— intenté buscar su rostro, cabeza o bueno alguna parte de él dentro de ese nido de sábanas enrolladas y almohadas. 

Empecé a buscar por encima de las sábanas y cobijas buscando alguna parte de mi bebé, ¡Parecían infinitas!

Diablos ¿Desde cuándo Dongju tiene tantas cobijas, sábanas y almohadas?... Ah, encontré algo.

Aparté un poco las sábanas de lo que encontré, era su pie. ¿No se supone que sus manos deberían estar en este lado?

Le empecé hacer cosquillas y escuché su risita seguido ví como se removía el denso nido.

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