Cuando las aguas calmen

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Por un momento todo el lugar se redujo a vacío, el suelo por algún motivo parecía haberse convertido en algodón, como si estuviera cayendo, la sensación le hizo estirar la mano hacia el sofá más cercano, intentando recuperar la compostura ante los azules ojos que le miraban con intensidad, como si desnudaran su alma, completamente expuesta.

¿Qué era lo que dijo?

Definitivamente nadie lo preparó para algo como aquello, esperó tanto tiempo por escuchar aquellas palabras y pasó tanto tiempo convenciéndose de que no sería posible, que creía haberse dormido, quizás solo estaba soñando y pronto despertaría sobre el sofá, con su padre angustiado por la vida del mayor de los Kent, con Jon llorando a su lado, aun abrazado a él.

Debía estar soñando.

—D...—Escuchó nuevamente y alzó la mirada, no sabía cuándo la apartó, pero la mirada del joven descendiente de los El era tan intensa, que atravesaba su alma, sus latidos jamás estuvieron tan descontrolados como en aquel momento que hasta su rostro se sonrojó de forma muy evidente, fue solo una reacción involuntaria, intentando esconder su vergüenza, una debilidad que odiaba de sí mismo, una con la cual se lastimó día tras día, castigándose por tener una emoción que muchos considerarían hermosa, pero que para él era una agonizante tortura.

Lo estaba escuchando ¡Sabía que estaba escuchando su interior agitarse! Se reprimió de salir de la habitación a paso acelerando, no pasaron demasiados días desde que había terminado con Jay, era imposible que él fuera la causa de aquella ruptura, era imposible que Jon lo quisiera más que a un amigo. Era irreal.

—¿Desde... cuándo? —Su voz no salió quebrada y aquello le permitió volver a respirar, no sabía cuanto pasó hasta que habló, pero lo cierto es que no tenía muy buena pinta, casi cayó sobre sus rodillas ante las palabras, una baja de presión quizás ante la noticia abrupta, demasiadas emociones juntas, demasiada información que asimilar.

¿Por qué en un momento critico como aquel? No, no, pensar eso era estúpido, era obvio por que Jon lo decía, en cualquier momento podían morir, no es como si los héroes tuvieran control sobre su tiempo de vida, cualquier momento era bailar con la muerte.

—Desde siempre, pero como ya dije antes, siempre tuviste razón, soy un idiota, no lo noté hasta que... casi te pierdo—Estaba siendo cuidadoso con sus palabras, pero fueron solo el comienzo, sus pulmones se llenaron de aire, se permitió hablar mucho más de lo que se le fue preguntado.

—Cuando comencé a salir con Jay no lo noté, quería avanzar, olvidar el pasado, regresar a "vivir" mi tiempo perdido, maldición D, fui tan estúpido, no puedo perdonarme... perdí tanto tiempo, tanto que podría haber estado a tu lado, fuiste el recuerdo que me mantuvo cuerdo en ese tortuoso infierno lejos de casa, tu imagen, volteando a verme, esperando por mi... diciendo mi nombre...

Demian jamás pensó que pudiera olvidar como ingresar el vital oxígeno a sus pulmones, pero en aquel día lo hizo ya dos veces, forzosamente tomó aire cuando las palabras contrarias se silenciaron, llevó una mano al centro de su pecho, para mitigar el posible ataque de pánico que estaba por sufrir, lo cual funcionó bastante bien a su propio parecer. Solo eran latidos de profunda emoción ¿Qué hacer? Debían patrullar, para ayudar en el proceso, la vida de Clark Kent pendía de un hilo, no era el momento oportuno, al menos él no lo sentía así, aun cuando quería, temía dejarse llevar por acciones salvajes, si estuvo a punto de acabar con su vida en actos imprudentes como Batman, nada le aseguraba que pudiera controlar sus impulsos al estar tan cerca de Jonathan.

—J...—Le llamó, consiguiendo que la mirada azul se posara nuevamente en su persona, se acercó la distancia que los separaba, estando justo frente a él, aunque no lo suficiente como para rozarse, inhaló de forma muy evidente, estando frente a uno de los seres más fuertes de toda la tierra, buscando las palabras adecuadas, necesitaba tiempo para pensar, pero no quería pedirlo directamente, su orgullo no lo permitía.

—Tenemos una misión en este momento, juro que hablaremos de esto cuando las aguas se calmen, ahora nos centraremos en hacer lo que debemos, es nuestro trabajo, estamos juntos en esto... tu y yo—Su mano fue a la contraria, apretándola con fuerza, con una mirada decidida. Las palabras de Jon le golpearon, amenazando con derribarlo, podría no haberle creído, podría haberle dicho que mentía, que solo estaba confundido, pero conociendo al ahora mayor, estaba al tanto que era lo suficientemente idiota como para no notar sus propias emociones frente a una idea, el era así, idealista, no pesimista como su propia persona y si lo examinaba con más detenimiento, no es que le hubiese mentido, solo había guardado esos sentimientos en silencio, por un tiempo que desconocía.

Jondami / Escritos de un nuevo BatmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora