[PAUSADA]
¿Qué haces cuando encuentras un libro de auto ayuda y lees las reglas?
Porque Han Jisung se pone a comparar cada un de esas reglas con su día a día y se da cuenta que de buen omega no tiene nada.
-- Quizá y en algún futuro pueda ser un...
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Regla #9: Nunca contestarle a un alfa. El alfa siempre tiene la ultima palabra.
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— Si un alfa dice que es su omega, es su omega y listo. — Habló molesto el alfa mayor. — No eres nadie para meterte en la vida ajena.
Jisung se estaba mordiendo el labio inferior que picaba en dejar salir palabrerías que sabía que su padre no toleraría.
— Tu padre tiene razón, no debes meterte entre un alfa y un omega. — Apoyo su madre haciendo que Jisung se sintiera aún más molesto.
Inconscientemente miro a su hermana y esta le negó sutilmente que era una mala idea.
Respira hasta diez...
— Además como anteriormente dije si ese alfa dijo que es su omega es su omega y lis...
Que sea hasta mil...
— Ósea que, si a mamá otro alfa viene y le ordena que la bese, ¿Tu estarías de acuerdo con eso solo porque lo dice un alfa? — Exclamó claramente molesto mirándolo a los ojos, su mandíbula tensa apretando sus dientes unos contra otros.
¿Es que su padre es una grabadora de voz o solo repite lo mismo una y otra vez?
— ¡¿Como te atreves a decir eso?! — Gruñó el alfa haciendo que su esposa bajara la cabeza en sumisión, su hermana alfa apretara el mantel fuertemente y a Jisung le temblarán las piernas.
Y aun así, el omega no bajo su vista ni la voz.
— ¡¿Como te atreves tu a decir que no me meta en la vida ajena cuando una omega YA MARCADA la obligan a besar a un alfa que no es su ALFA?! — Se paro de inmediatamente, furioso, el grito colérico de Jisung resonó por toda la casa haciendo que se fundiera en un silencio sepultar.
El menor de todos miró a su padre con odio, pudo distinguir que su madre aun tenía la cabeza gacha y que en cualquier momento su hermana de desmayaría.
Tomó aire mirando su plato casi intacto.
Odiaba toda esa situación.
— Ya no tengo hambre. — Dijo tirando la servilleta encima de la mesa y se volteó empujando la silla para salir del lugar.
Sin mirar atrás se alejó de ella.
Ignoro todo llamado mientras caminaba hacia la puerta de entrada.
Antes de salir por la puerta, se colocó sus zapatillas y tomó su mochila.
— ¡Jisung, ven aquí ahora! — Exclamó el alfa aun más alto. La rabia y furia era tal que su voz de mando salió sin más. — ¡Han Jisung ven aq...
Y el portazo le hizo saber que su hijo ya no estaba en casa.
— Papá para... — Musitó Ryujin llamando la atención de su padre que aún seguía mirando hacia la puerta. Tiro de su brazo hasta conseguir su atención. Las palabras salieron en un hilo de voz, antes de dejarse caer en seco contra la mesa.
La única omega que se encontraba ahí, aun seguía aturdida por la voz y las femeninas que soltaba su alfa, con miedo palpable miró a su hija la cual se notaba afectada de una forma por la voz.
Mientras tanto Jisung, tomaba una onda de respiración dejándose caer en un banco que había en el parque.
Tomó entre sus manos el libro que tenía en su bolso y con un bolígrafo rojo tacho con furia y rabia una nueva regla.
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