Guerra

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Ibrahim en el campamento en medio de la Guerra había recibido una carta de su amada.
A escondidas del Sultán la leyó.

Mi querido Pasha.
El dueño de cuerpo y corazón.
Su esclava del amor reza cada día para ayudarlo a caminar sobre los infieles y obtener la victoria.
Nuestra pequeña Mihrimah tiene
Dos dientes nuevos y le envía
Sus más humildes saludos.
Esté Palacio es un infierno sin usted, estoy ardiendo con la agonía de nuestra distancia.
No tengo a nadie más excepto a
Usted y mis hijos, por eso le rezó a Allah su regrso seguro.

Firma: Sultana Hürrem.

Ibrahim luego la quemó y regresó
Al entrenamiento con una sonrisa.
Y decidió entrenar con el más chismoso del grupo.

Kasin: ¿Pasha, escuchó el rumor de que el Sultán hizo guerra solo porque se enojo con el Rey
Sherkan?

Ibrahim: Lo escuche, pero dentro en el campo de batalla es mucho peor.

Kasin: ¿Cómo dice? ¿De qué habla?

Ibrahim: Se podría decir que es sangriento. En la anterior guerra
Mató 13.000 hombres.

Kasin: ¿Es verdad, Pasha?

Ibrahim: Yo que estoy siempre a su lado, lo vi con mis ojos.
Pero no se lo digas a nadie, pensarán que ando esparciendo rumores sobre mi señor.

Kasin: Mi boca está cerrada.

Después del entrenamiento Kasin fue a comer con su grupo de amigos.
Ibrahim no pudo escuchar nada pero
Pudo ver que por sus expresiones y bocas articulando alcanzó a entender que su plan de acabar con la reputación del Sultán está funcionando, aunque no sería muy difícil si él continúa siendo violento
E impulsivo.

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Hürrem, amor mío.
Allah es testigo de mi dolor
Por la separación.
Eres mi flor, mi amor, mi Sultana.
Eres la reina de mi corazón y
De mi alma.
Estar lejos de ti ha agotado mi alma, pero espero que tanto esperar valga la pena y vuelva
A ver esos ojos hermosos.
Y otorgue a éste servidor un beso
Que le devuelva la vida y le de
Más coraje.
Me alegró mucho leer tu carta,
No me preocupo por Miriham porque sé que siempre estás ahí.

Firma: Ibrahim Pasha.

Hürrem después de leer se lleno
De alegría y para no dejar evidencia quemo la carta.
Luego fue a su habitación.

Hürrem: ¿Sultana, qué hace aquí?

Hatice: Vine a ver a Selim y a Mihrimah.

Hürrem: No nos vemos desde la partida del Pasha.

Hatice: Es cierto, pero llegará
Y buscará una nueva amante.

Hürrem: ¿Piensa usar las mujeres
Del harén? ,No sea injusta con ellas porque sufrirán por su culpa.

Hatice: ¿Qué quieres decir?

Hürrem: Intentó hacer que se ahorre el esfuerzo y tiempo
Para que acepté la verdad.
Porque toda mujer que ponga en mi contra terminará destrozada.

Hatice: Sé que pones a Ibrahim en mi contra para que no me amé.
Verás que un día abandonarás
El Palacio.

Hürrem: ¿Usted me va a  expulsar?

Hatice: No, de eso se encargará el Sultán Soleiman.

Hürrem: Si usted realmente quiere deshace de mí, tome el alma del Pasha. Porque nadie sobre la tierra podrá separarnos jamás.

Hatice: En el momento que cometas un error o descuido.
Se lo diré al Sultán y te irás.

Hürrem: Bien, hágalo.
No encontrará nada con qué acusarme.

Hatice: Lo veremos.

Hatice enojada se retiro de los aposentos. Hürrem salió a jugar con sus hijos en el jardín.
Corrían por todos lados mientras su madre los miraba sentada.

Hürrem: Madre Sultana.

Hafta: Hürrem.

Hürrem: ¿Cómo está?

Hafta: bien ¿Y tú?

Hürrem: Estoy sonriendo por mis hijos pero por dentro estoy triste.

Hafta: ¿Es por la partida del Pasha? , tranquila volverá.

Hürrem: No es solo eso, madre.

Hafta: ¿Qué es?, Cuéntame.

Hürrem: Quería costruir baños públicos para la gente pero
Aise rechazó mi pedido.
Dijo que las criadas cómo yo
No tienen la autoridad para hacer eso. Y desde entonces no pude evitar estar triste.

Hafta: No estes triste.
Si es lo que deseas te daré permiso para hacer lo que quieras.

Hürrem: No se puede, está prohibido. Aún soy criada.
Qué usted me haya dado un título que puedo usar en el harén
No lo cambia.
La ley islámica me lo prohíbe hasta poder ser libre.

Hafta: En la beneficencia te apoyo completamente.
Desde hoy eres una mujer libre.
Nadie más dirá que eres una criada.

Hürrem: Sultana, me ha hecho muy feliz.

Hürrem casi llorando de la alegría
Abrazó a la Madre Sultana.
Luego llamó a sus hijos para que la saluden.

Hafta: Hürrem, trajeron a un pintor para  que haga un paisaje para la sala.

Hürrem: ¿Enserio, madre?
Me gustaría ver la pintura.

Hafta: Está en la sala trabajando.
Luego me dices si acabó.

Hürrem: Si, Sultana.
Mehmet y Mihrimah no hagan enojar a su abuela.

Hürrem curiosa fue a la sala
Y cuando entro vio al pintor de espaldas frente a una gran pintura.
Era de un bosque en el atardecer.

Hürrem: Qué hermosa pintura.

Cuando el trabajador se volveo a verla. Hürrem se quedó helada,
Era su antiguo amor.

Leo: ¿Alex?

Hürrem: Leo...

Prisioneros por amor.  Ibrahim Pasha y Sultana HürremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora