Aquí no hay lugar para una princesa

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Los años pasaron y Selim y Mihrimah crecieron siendo amados
Y respertados por el imperio.

Todo iva bien, la reputación de Soleiman iva cada vez cayendo más Y el amor de los amantes se hacía más fuerte.

Hasta que un día Hürrem escuchó la noticia de que habían secuestrado un barco extranjero, y qué en él viajaba una Princesa.

Ibrahim: La princesa que viajaba,
Se llama Isabella Fortuna.
Es hija del Rey Enrique del imperio Romano Germano.

Hürrem: ¿Qué hace aquí?

Ibrahim: Nuestra flota pensó que era un barco enemigo, así que se apropiaron de él y la trajeron
Al Palacio.

Hürrem: Si es alguien tan importante debería irse.

Ibrahim: Sería lo más conveniente pero el Sultán la quiere aquí.

Hürrem: ¿Será una concubina?

Ibrahim: Ella no quiere porque piensa que nosotros somos los Bárbaros.

Hürrem: ¿Y qué pasará ahora?

Ibrahim: Ahora tengo que irme a llevarla en presencia del Sultán para intentar llegar a un acuerdo.

Hürrem: ¿Y por qué tú?

Ibrahim: Porque puedo entender
Su idioma y traducir para el Sultán.

Hürrem: Bien, puedes irte.

Ibrahim: Nos vemos, amor.

Ibrahim se despidió con un beso
Y fue al Palacio de caza, dónde
Estaba la princesa y la llevó en presencia de Soleiman.

Ibrahim: Princesa Isabella, él es nuestro Sultán Soleiman, el magnífico.

Isabella: Yo soy una princesa,
Y si me hacen algo será motivo de guerra.

Soleiman: Tranquila, aquí nadie le hará daño, la cuidaremos y la trataremos de la mejor forma.
Y si por usted es necesario pelear,
Pelaremos princesa.

Isabella: Mi padre lo sabrá pronto
Y les harán pagar por haber tenido  de prisionera a una princesa.
Quiero ver su cara cuando venga la armada a buscarme.

Soleiman: Ningun barco puede navegar en mis mares sin mi permiso.

Isabella: Había escuchado que usted era una Bárbaro,  cruel
Y ahora lo puedo confirmar.

Soleiman: Usted no a visto nada.

Isabella: Nosotros no tenemos nada de qué hablar.
Debe saber que no soy una esclava de su harén.
Nunca seré su mujer, antes de que eso pasé prefiero morir.

Soleiman: Puedo garantizarle que no me se pasó por la mente tocarla. Tanquila, no será
Una esclava. Seguirá teniendo su posición.

El Sultán se fue del Palacio y Ibrahim acompañó a Isabella a su habitación.

Isabella: Ese sultán ¿Quién se cree? ,Está jugando con fuego si piensa que podrá mantenerme
Cautiva.

Ibrahim: Taquila, pincesa.
Así nada se solucionará.

Isabella: Usted, Pasha es igual que él y todos los demás.

Ibrahim: No pongas a todo el mundo en la misma bolsa.
No  somos igual, al contrario.

Isabella: ¿Al contrario?

Ibrahim: Dejemos el tema, en qué estoy en contra del Sultán Soleiman.

Isabella: ¿Me ayudará a escapar?

Ibrahim: Por ahora daré avisó a su familia de su secuestro aquí.
Y veremos lo que pasa.

Isabella: Gracias.

Isabella agarró las manos de Ibrahim
Y lo miró con un pequeño brillo de esperanza en sus ojos
Le volvió a agradecer por su ayuda.
Ibrahim de la incomodidad la soltó.

Ibrahim: Le aconsejo que no nos vuelva a llamar Bárbaros.
Y si es una princesa le pido que se comporte cómo tal.

Isabella: haré un esfuerzo por usted, Pasha.
Mi padre le paga generosamente por su ayuda.

Ibrahim: No lo hago por el oro,
Lo hago porque es lo correcto.

Isabella: Amable y humilde, wow
Su esposa es afortunada.

Ibrahim: Nos vemos, princesa Isabella.

Ibrahim reverencio a la princesa y ella le sonrió. 

¿Soy yo o me miró más amistosamente de lo normal?
Bueno, a Soleiman lo odia y es obvio que le caigo bien.
Seguro es mi imaginación.

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Hürrem se enteró de que harían una fiesta en el Palacio para que la princesa esté feliz.
Así a que se arreglo y fue al harén.

Mihrimah: ¿Madre vendrá la princesa?

Hürrem: Si, entendí que la fiesta es para ella.

Mihrimah: Tranquila, ella quedará opacada por tu  belleza.

Hürrem: No son nervios, es curiosidad por conocerla.

Hürrem se sentó al lado de la Madre Sultana y Esperó a que Ibrahim y Hatice llegaran con Isabella.

Cuando ella llegó no le pareció que era la gran cosa.
Era bonita pero no intimidaba.

Isabella: Hola, su majestades.

Ibrahim: Princesa ella es la Madre Sultana, la Sultana Hürrem y su hija, la Sultana Mihrimah.

Isabella: Es un placer conocerlas.

Hafta: Es placer es nuestro, bienvenida.

Hürrem: Me gusta su nombre.
No es común.

Mihrimah: Princesa, su vestido es magnífico.

Isabella: Gracias, si no es molestia me gustaría sentarme.

Isabella se sentó al lado de Mihrimah
Y Hatice.  Ibrahim fue la lado del Sultán.  Hürrem vio que hablaban mucho y de vez en cuando cruzaban miradas.

Pero Hürrem no era la única que lo miraba, Isabella no perdió tiempo en fijarse en un hombre.

No debería de preocuparme por ella. Es solo una princesa y se irá pronto.


Prisioneros por amor.  Ibrahim Pasha y Sultana HürremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora