La sorpresita de Hürrem

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Ibrahim estaba en la mesquita con el Sultán y otros soldados.
Rezaban a Halla cuando Ibrahim levantó la miraba y vio en un balcón a un hombre encapuchado sosteniendo una daga, mirando hacia Soleiman.
Cuando lanzó la daga Ibrahim sin dudar protegió a su señor.
Recibió la apuñalada y cayó desmayado al suelo.

Despertó en su Palacio con el Sultán mirándolo.

Ibrahim: Sultán...

Soleiman: La daga no estaba envenenada, así que gracias a Halla te recuperaras pronto.

Ibrahim: ¿A usted lo lastimaron?

Soleiman: No, gracias a ti.
Me salvaste la vida.

Ibrahim: ¿Y el atacante?

Soleiman: Lo mataron después de que te desmayaras.
El doctor dijo que para recurarte tienes que dormir.

Ibrahim: Está bien.

Ibrahim se dispuso a dormir cuando llegó Hatice a la habitación.

Hatice: ¿Ibrahim estás  bien?

Ibrahim: Si, Sultana.

Soleiman: El doctor dijo que para recuperarse debe dormir.

Hatice: Me encargaré de cuidarlo.

Ibrahim: Si no es molestia me gustaría estar solo para descansar.

Soleiman y Hatice dejaron solo
Al Pasha.

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Hürrem hace tres semanas no se sentía bien,  vamitaba y le daba asco
La comida.
María preocupada llamó a la doctora.

Doctora: Felicidades Sultana,
Está embarazada.

Hürrem: ¿Está segura?

Doctora: Por supuesto.

María: Hürrem, no dejaste pasar ninguna oportunidad.

Hürrem: María, dale el oro.

María le dio una bolsita de oro a la mujer y ella se fue.
Hürrem comenzó a llorar por su situación.

¿Qué voy a hacer con un bebé que no es del Sultán?
¿Me descubrirán?
¿Y si descubren lo que hicimos?

Hürrem se secó las lágrimas y María se sentó a su lado.

María: ¿Qué harás?

Hürrem: No sé, pero algo se me ocurrirá.

Hürrem quería ir a darle la noticia al Pasha.  Le levantó y en carruaje se fue
La Palacio.  Hatice y Soleiman estaban en el jardín tomando sol, así que no verían entrar a Hürrem
A la habitación del Pasha.

Hürrem: Ibrahim Pasha.
¿Qué te pasó?

Ibrahim dormía, pero presionaba los párpados cómo si el sueño le mostarara. Sudaba y agitaba, Hürrem abrió su camisa para que respire
Mejor.

Hürrem: Te tengo una noticia,
No sé si es buena o mala pero...
Estoy embarazada.
No, no es del Sultán. Es tuyo.
Es nuestro hijo.

Hürrem seguía sin tener respuesta por parte del Pasha.

Hürrem: Se me ocurrió que para que no nos descubran, convencer a la Madre Sultana de que me envié a los aposentos del Sultán.
Así cuando se enteren de mi embarazo no sospechen de su padre.

Hürrem extrañó hablar con él y
Escuchar su voz.
Entonces le dio un beso.

Hürrem: Bueno, espero que te mejores y vuelvas a mí.

Hürrem sigilosamente se fue del Palacio y volvió con Selim.

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Ibrahim después de dormir todo un día despertó.

Ibrahim: Hürrem...

Hatice: ¿Qué dijiste?

Ibrahim: ¿Sultana?

Hatice: Repite lo que dijiste.

Ibrahim: ¿Qué dije?
No me acuerdo bien.

Hatice: Bueno...

Hatice le trajo una sopa y una pata de pollo para que Ibrahim cené.
Hatice lo vio comer tranquilo,
Aunque eso a él lo incómodo.

Hatice: ¿Cómo te sientes?

Ibrahim: Mejor, ¿Y usted?

Hatice: Estoy bien.

Ibrahim: ¿Comiste? Porque ahora debes comer por dos.
Por ti y el bebé.

Hatice: Si, cené antes de venir
A verte.

Ibrahim: Qué bueno.

Hatice: Llamé al doctor y me dijo que hay que cambiar tu venda.

Ibrahim le dio la espalda a Hatice,
Ella le levantó la camisa y le curó la herida.

¿Hürrem vino a verme o lo soñé?
¿Me dijo que tendemos un bebé?
¿Me lo imaginé?

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Para el final del día Hürrem logró convencer a la Madre Sultana y fue a los aposentos del Sultán.
No quería ni estaba entusiasmada
De hacerlo pero era necesario.

Ojalá que con esto logré convencer a todos.
Solo piensa que es Ibrahim Pasha.





Prisioneros por amor.  Ibrahim Pasha y Sultana HürremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora