Capítulo 10: Pecados.

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Contenido explícito.

Ana.

A pesar de que papá sigue controlándome por mi herida, he decidido salir de la cama e ir a hacer algo productivo. Le pregunte si podía volver a ir a la fundación y ver cómo estaban los niños junto a las cuidadoras, claro que dijo que no en un inicio. Hablando de mil escenarios catastróficos donde otra persona me baleaba, pero al final termino cediendo no sin antes decirme que un escolta pasará por mi. 

—¿No quieres que te acompañe?— me dice Vicente cuando me ve lista para irme. 

Esta en el sillón junto a mi hermano y ambos parecen bastante relajados en su propia burbuja, pero no siempre podrá ser así. No han salido tal y como le prometí a mi padre, pero Vicente empezará a trabajar esta semana y Benja sus clases el próximo mes.

—No, prefiero que se queden juntos y así también tienen un tiempo a solas— eso hace que la cara de mi hermano adquiera un leve color rojo. 

Si me sorprendió que estuvieran saliendo, pero Vicete jamás se hubiera involucrado con él si no es serio. Confío en que esto no termine arruinando nuestra amistad.

—Yo prefiero que Vicente vaya contigo Ana— me responde a pesar de su vergüenza— después de todo aquí no me puede pasar nada y tú no conoces tanto la ciudad.

—No insistan, hace mucho deje de ser una niña y para todo existe Maps— me pongo los lentes de sol porque afuera hace un calor infernal.

—No es lo que piensa papá— murmura mi hermano y me mira arrepentido cuando se da cuenta que lo escuche— no quise decirlo como si fuera Bianca— se disculpa de inmediato— más bien me da lastima por ti que este tan encima de ti todo el tiempo. 

—Ya sé que no lo dices con mala intención, ¿mamá te ha llamado?— le consulto por primera vez. 

Hace una mueca un poco dolida y niega con la cabeza. 

—Esta demasiado enfocada en Bianca y sacarla de las drogas sin que papá la mande a China. 

¿Cómo hará eso si Bianca se ve a diario con su proveedor y ella sabe? De todas formas no es más mi problema. Me despido de ambos y bajo encontrándome con un joven que dice que será mi escolta por el día de hoy. James se presenta y durante el camino charlamos de forma amena, descubriendo que tenemos la misma edad. 

—Gracias por traerme James, no es necesario que entres conmigo porque no quiero poner en alerta a los niños— asiente ante mis palabras. 

—No se preocupe señorita estaré cerca si me necesita, pero no tanto como para que pueda verme— me rio ante sus palabras. 

—Como el hombre invisible— le sigo el juego.

Salgo del auto y camino hasta llegar a la puerta donde me abre la Directora con una sonrisa. 

—Señorita Heim— me abraza con cuidado— que gusto verla bien, nos asustamos mucho cuando sucedió el accidente. Entre por favor su padre ya nos dijo que iba a venir a compartir con los niños, es bueno que no los haya olvidado. 

Creo sinceramente en su labor y amor por estos niños. 

—Jamás, siempre me ha gustado mucho el contacto con los niños. Y con respecto al accidente, solo fue un rasguño.— la sigo viendo las mismas instalaciones. 

—Debo agradecerle por la generosa donación que hizo su padre, es un muy buen hombre también.— me quedo asombrada con sus palabras y finjo saber de qué habla con una sonrisa en mi rostro— Dijo que quería ayudar a los niños con becas al extranjero, los mejores puntajes en sus escuelas. 

Red de mentiras [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora