2 semanas después.
Ana.
Me gustaría decir que la vida ha puesto cada cosa en su lugar, que toda la verdad ha salido a la luz y que finalmente el capítulo amargo de mi vida se ha cerrado, pero no es así. Todo sigue siendo un caos, una tensa calma antes de la tormenta donde todos contenemos el aliento para no mover las piezas, donde cada uno sigue escondiendo cosas.
Todos creen tener una justificación para sus acciones, así es como se llevan a inocentes en sus guerras. Siempre alguien tiene que perder, ¿quién será?
Cristóbal cumplió absolutamente todo, papá ahora es un prófugo de la justicia. Dos meses se han retrasado las elecciones por un orden excepcional del Congreso al ver el calibre de las pruebas que se hicieron públicas, ligando a mi padre a tráfico de influencias, de trata de personas, lavado de dinero y narcotráfico. Ni siquiera su mismo sector político pudo salvarlo, así que a la mañana siguiente de su borrachera, huyo. Actualmente es un prófugo de la justicia, pero se sabe que se mantiene dentro del país por la orden de captura internacional que pesa en su cabeza.
Y no, Cristóbal no me volvió a buscar. No me sorprendió porque no es la clase de hombre que arriesga su vida por alguien, solo por sus propios intereses.
—Ana— dejo el cuaderno con todas las pruebas que he estado reuniendo este tiempo y miro a Vicente— tu madre esta esperándote en la sala, yo voy a salir a encontrarme con tu hermano para darles privacidad.
Vicente sabe todo, esa noche que me encontró en el baño decidí abrirme y descansar en él. Al final Vicente es con quien he estado toda la vida.
—Disfruten y tráeme algo— me sonríe y tira un beso al aire que agarro con la mano.
Cuando sale cierro el cuaderno donde estoy guardando las cosas que me entrego Laura junto a los papeles que me hacen dueña de la residencia. Ahí es donde paso gran parte de mi tiempo, con Aurora y los niños.
Camino a la sala y veo a mamá sentada un poco tensa, después de todo lo que paso nunca pudimos cerrar bien la conversación que abrimos. Que papá sea un prófugo implico que a mi familia también se la mancho, sobre todo a mamá y sus amistades que son devotas de la religión del "¿qué dirán?".
—Mamá— se gira a verme y la abrazo ganándome un beso en la mejilla— siéntate.
Nos sentamos una al lado de la otra. A pesar de que sus amigas le hacen el vacío, nunca la había visto más relajada.
—¿Cómo has estado hija?— esa palabra sigue causando conflicto en mí.
—Bien mamá, ¿tú?— le pregunto.
—Conflictuada, a pesar de que el mundo se esta cayendo en mi cabeza él no tener a tu padre cerca en años me hace sentir libre— le doy la mano y la aprieto— pero no estamos aquí para eso, dime qué quieres saber.
—Háblame de ella— le pido— quiero saber cómo todos estamos pagando por sus decisiones.
Toma una respiración profunda antes de empezar.
—Éramos mejores amigas desde muy niñas, sus padres trabajaban para mi familia como servidumbre y la cercanía de edad, que pasará mucho tiempo en mi casa nos hizo indudablemente cercanas. Mis padres pagaron por su educación superior, ella tenía este sueño de tener mucho dinero y ser una diseñadora de modas importante— juega con su anillo— era muy ambiciosa, pero también era decidida y hermosa, nunca vi a nadie conseguir todo lo que se proponía como ella.
Me mira unos segundos.
—》Tú eres su viva imagen, físicamente hablando.— aclara de inmediato— En la universidad es donde conoce a tu padre y a Eric, ellos eran mejores amigos. Creo que Andrea siempre amo a Eric, pero tu padre podía darle la vida que ella merecía o que creía merecer, así que se caso con él y te tuvo a ti.
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Red de mentiras [+18] ©
AcciónMi vida se ha basado en una sola cosa: Destruir al hombre que asesino a mis padres frente a mis ojos. El recuerdo me persigue incluso cuando han pasado más de veinte años y he estado construyendo cada paso que doy en dirección a él. Cada acción me...