Mi salvación

Capitulo 8.

El mundo es una sola unión de la realidad de todos aquellos que le habitamos. Leonardo Rinaldi va camino a su mansión solitaria en una Ranger Rower del año y Gimena va en la motocicleta vieja de su amigo camino a esa humilde casa donde las 3 personas que más ama en el mundo seguro la están esperando despiertas para preguntar por su día laboral y darle las buenas noches.

Pero lo más curioso es que aunque cada uno va sumido en su realidad y camino a la vida que le ha correspondido vivir tienen algo en común, ambos van pensando en el otro, por alguna extraña razón Gimena no puede evitar pensar en lo irritante que fue ese arrogante rico con ella y Leonardo aunque lo ha intentando no puede olvidar el rico postre que esa chica preparó y sigue preguntándose si ese mesero simple es su novio y el si vivían juntos o solo la acercaría a casa,por instantes su mente le jugaba una mala pasada, pensando en que hubiese ido mucho más cómoda en su moderna camioneta que en esa motocicleta vieja... para este joven millonario que ha pasado su vida controlando todo y a todos es realmente un problema el no poder controlar sus propios pensamientos cuando se trata de esa chica.

Leonardo llega a su casa faltando media hora para las 12, todo en pleno  silencio y calma, estaciona su camioneta en su garaje junto a sus otros autos y se dirige a ducharse para irse a descansar, decidió hace más de 2 años irse a vivir solo por lo cual compro esta casa algo cerca de su antiguo hogar (la casa de sus padres) y si, es algo grande para solo 3 personas (El, su nana y su mayordomo) y aunque el en este momento de su vida ama la soledad una parte de él eligió un lugar tan grande con la ilusión de en su momento tener su propia familia, que iluso que fue.

Al otro lado de la ciudad está Gimena despidiéndose con un abrazo de Marlon y agradeciendo el que la haya llevado a casa. Al entrar todo esta en silencio pero con las luces encendidas lo cual le pareció bastante extraño pero al dirigir la mirada en dirección al mueble vio a sus padres y hermana dormidos con el televisor encendido en señal que decidieron esperarla, no pudo no sonreír con esa imagen, es por ellos que día a día sale a trabajar, para brindarles una vida tan tranquila como se pueda.

Mamá, papá,mi susi ya llegué- Los despierto para que sepan que ya estoy en casa y se vayan a su cuarto a descansar.

-Que bueno que ya estás aquí hermanita - me abraza con euforia Susana.

Gimena, que tarde llegas! - se queja papá al despertar - ¿paso algo en el restaurante? - me pregunta.

- Llegaron unos clientes ya cuando íbamos a cerrar, eran unos ricos empresarios - les cuento sin mucho detalle

- ¿ricos? ¿en ese lado de la ciudad? - pregunta mi mamá algo extrañada.

¿Como no estar extrañada? En esa parte del comercio van solo las personas asueldadas, no son exactamente pobres pero digamos que ricos dueños de empresas productoras de vinos no van a comer por esos lados.

- Fue toda una sorpresa, lo acepto - les cuento- pero mañana lo hablamos con más detalle, vamos a descansar - les pido ya que sigo de pie por puro milagro.

Y ya, juntos los 4 Flores van camino a descansar para afrontar un nuevo día.

Gimena descansa en una pequeña habitación que antes era un estudio, mientras que Leonardo se encuentra en una habitación casi del tamaño de toda la casa de los Flores, el yin y el yang se podría decir.

Al iniciar un nuevo día Leonardo se levantan como todos los días a las 5:30 am para comenzar con otro día plenamente laboral pero a sus intenciones son interrumpidas por un mensaje algo inesperado.

Buen dia niño Leonardo - le saluda Fred, su mayordomo.

Tanto Fred como Isabel (su nana) han estado en su vida desde que tiene memoria, ellos dos fueron fundamentales mientras crecía, tanto así que al mudarse a su propio hogar decidió pedirle que se fuesen con el y ellos sin dudar aceptaron, ya que Leonardo era la razón de ellos para seguir en esa casa, digamos que vivir en la misma casa con Ayla Rinaldi por tanto tiempo no es bueno para nadie.