Narra Leonardo.
*No voy a enviarle galletas para sobornarle y nos des su apoyo para encargarnos de la comida de su fiesta, jamás haría tal cosa!.. pero, no esta de más decirle que hoy, particularmente, me quedaron más ricas que nunca*
Mientras leo el mensaje no puedo evitar reír en silencio, ya que desde ayer me di por vencido en la lucha que mantenía contra mi mismo para no reír por los mensajes de Jimena, es imposible no hacerlo si de ella se trata.
No hemos parado de hablar por mensaje desde que comenzamos el miércoles en la mañana y juro por el Dios en el que ustedes crean que lo he intentando, pero mis manos toman vida propia cuando de responder sus mensajes se trata.
Hemos hablado sobre sus trabajos, me disculpe por lo grosero que fui el martes (que imbecil, nunca me disculpo con nadie) me dijo que aceptaba mis disculpas solo porque se me notaba que entre mi personalidad no estaba hacerlo (me hablo sobre los signos de fuego o algo asi que no termino de entender) le comente que debía recomendarle a su amigo mesero que compre una nueva moto porque la que tiene está horrible y entre risas me respondió que si tanto me molestaba su moto le regalara una nueva, lo acepto, me reí con su respuesta, pero lo disimule tanto como pude, le hable sobre mi empresa y me felicito sobre los logros que he obtenido siendo tan joven... cuando la leí me vibró el pecho de la emoción sin entender el porqué, vamos, no es la primera persona que me felicita por mis logros y mi corta edad, pero en ella lo sentí tan real que me supero.
*Obvio no me voy a dejar sobornar con sus ricas galletas y perfectos trozos de brownie, no soy tan fácil señorita Flores... pero, si puede llevar algo extra solo para mi, puedo considerar no ser tan imparcial, será un secreto entre ambos*
Y si aún no lo he dicho, estoy experimentando una adicción a sus postres que ni siquiera puedo ocultar y siempre que puede, me lo saca en cara pensando que tiene algún poder sobre mi o algo que solamente ella puede creer posible.
Solo porque pedí que una caja igual a la que me había obsequiado fuese entregada en la empresa ayer en la mañana.
-¿Quién diablos te ha mantenido texteando todos estos días como un adolescente puberto? - Sebastián con sus entradas triunfales a mi oficina me logra asustar.
Digamos que puedo disimular mi situación inusual con todo el mundo, menos con el imbecil de Sebastián, estamos todo el día juntos y tenemos años conviviendo, por lo tanto el sabe lo mucho que odio textear o mantener una conversación por WhatsApp durando varios días, soy más de llamadas debo aceptar,pero con Jimena no hemos llegado a eso... aún.
-¿Qué información me tienes sobre los embarques mensuales? aún no tengo información sobre eso. - Cambio el tema de forma radical.
-Si no me dices todo el chisme sobre tu enamorada secreta, esos embarques se van a perder en el mar Mediterráneo haciéndote unos millones menos rico, gran imbecil- me reclama con gracia, y ese siempre a sido uno de las más grandes defectos de Sebastián, sus ancias de tener la información de todo como el suele decir, o como yo le digo muy seguido, el parecer una vieja chismosa.
-Faltan menos de 4 días que finalice el mes y necesito los informes, los necesito hoy- Le explico ignorando por completo sus dramas.
- ¿Desde cuando tenemos secretos?- me reclama como novia celosa y ya me esta logrando hacer irritar, si no logro que me deje en paz pronto voy a terminar partiéndole la nariz.
Suspiro con frustración.
-Es privado por ahora - le explico y puedo ver la sorpresa en su mirada y las ansias de saber que es aquello que tanto escondo, digamos que tiene una mirada muy expresiva - pero - Continuo- si en algún punto decido comentarlo con alguien tu serás el primero en saberlo - lo reconfortan mis sinceras palabras y se carcajea como un maniático.
ESTÁS LEYENDO
Mi salvación
RandomDaño tras daño, herida tras herida, abandono tras abandono enseño a Gimena a no confiar en el amor, ni nada relacionado con el, su vida ha sido dura y difícil, encontró la forma de salir adelante, con una pasión por la gastronomía que la mantenía v...