Capitulo 8

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Hoy ya es viernes y podría decir que la semana en sí pasó rápido. Siento que Alex se intenta acercar a mi pero parece que no lo logra por miedo. Ridículo. 

- ¡Nataliee! dime que el día de mañana irás a la fiesta, no quiero ir sin ti, dime que si - ella y sus pucheros - ¡Por favoor! Hay que conocer chicos, disfrutar nuestra juventud, yo te recogeré y te puedes quedar en mi casa ¿si? ¡Vamoos!  

- Ya chica, iré está bien, iré. 

-¡Ohh! que felicidad - me va a arrancar el brazo, siento más afecto por esta chica cada día. - Nos vemos mañana Nat, te recogeré a las nueve y media, a esa hora ya todos debieron haber llegado y ¡WU! ¡Fiesta! - y ahí va, iniciando su baile ridículamente divertido. - Adiós linda. 

Continúo mi camino hasta llegar a mi desierto hogar, organizo un poco y me dispongo a ver un maratón completo de Harry Potter pero me quedo dormida.

Un bullicio me hace sobresaltar y veo mi celular alumbrar, cuando corro la llamada ya se ha cortado, es mi padre. Al instante llega un mensaje

"Corazón, tenemos buenas y malas noticias, como te conocemos sabemos que dirías "la buena" pues es que: Tenemos una oportunidad única de trabajo y la mala es que las primeras semanas tendremos que asistir a algunos cursos en Oregon. El jefe de papá se irá de viaje por algunos meses y tu padre quedará a cargo, nos iremos mañana en la madrugada, así que por favor ten listas nuestras maletas. Te lo agradecemos de todo corazón y esperamos que nos apoyes, ya que con esto obtendremos más dinero y te daremos la vida que en verdad mereces"

Abrazos: papá y mamá.

No se como debo tomar esto, en verdad estoy suprema mente feliz y orgullosa de mis padres. Tiro el celular a un lado e inicio con sus maletas.

Cuando por fin termino son las 10:45 pm cansada voy a mi cama y me acuesto a dormir, de nuevo.

- ¿Cariño? - abro los ojos y encuentro a mi madre ya bien vestida, hermosa como siempre.

Me incorporo y le sonrío, a su lado está papá.

- Ya nos vamos amor, por favor juiciosa, si vas a invitar a alguien nos avisas, te estaremos llamando. Gracias por nuestras maletas, te adoramos, todo esto lo hacemos por ti. - Mamá me acaricia la mejilla con su pulgar

- Y nada de invitar a hombrecillos de por ahí, debo de estar yo. Ningún otro hombre se puede quedar a solas con mi bebé. - Pf, como si tuviera a quién invitar, mi padre y sus fantasías.

-Adiós, los amo, se cuidan - cada uno me da un beso y finalmente salen de mi habitación, yo vuelvo a dormir.

El suave sol de la mañana entra por la ventana de mi habitación, al empezar a abrir los ojos recuerdo que mis padres ya no están, así que "puedo hacer lo que yo quiera", si. La cuestión es que no tengo nada que hacer. ¿Es normal que alguien se burle de si mismo? Porque me pasa seguido.

Miro la hora y son las siete y media de la tarde. Durante ese tiempo me arreglé, tuve mi desayuno y almuerzo, salí a hacer un poco de ejercicio, aseé la casa entera e hice todos los deberes de la preparatoria. Ahora me encuentro sentada leyendo "Hush Hush" por tercera vez desde que lo compré, interesante sábado. Maravilloso Desastre, oh Dios ni siquiera llegué a la mitad.

Mi celular alumbra indicando que he recibido un mensaje de texto.

Linda, recuerda que paso por ti a las nueve y media, no me olvides.                                                             -Chels

Y demonios que lo había olvidado. Minutos después el celular suena, pero esta vez es una llamada.

- ¡Hola mamá! ¿Cómo les ha ido? Ya los extraño.

- Hola mi vida, gracias a Dios muy bien. Nena, hay una cuestión. No nos sentimos para nada tranquilos sabiendo que tu estás allá sola en casa, en ese barrio tan peligroso, así que tu padre acordó con su jefe, el señor Jules, que podrás quedarte en su casa durante este tiempo que no estaremos.

-¿Ah? No mamá, en verdad que estoy bien. Yo se cuidarme sola, te lo aseguro.

- No hija, ya está decidido, llamé para avisarte que el hijo del señor Jules pasará a recogerte a las ocho así que debes alistarte. 

- ¿Hijo? 

- O hija, realmente no estoy segura. Asegúrate de dejar con seguro la casa y de llevar todo lo que necesites para que no tengas que volver.

- Si.. Si mamá. 

Cuelgo. Esto no es posible, tengo diecisiete años, se cuidarme sola, soy capaz de muchas cosas ellos lo saben. Ugh, miro la hora.

 ¡Son las 7:45 pm! ¿alistar todo en quince minutos? ¡Agh!

Empiezo a correr por toda la casa recogiendo las cosas necesarias y algunas innecesarias para llevar a ese lugar de ricos. Ropa, audífonos, celular, cargador, cepillo de dientes, vestidos, maquillaje... Agh, demasiadas cosas para que sean quince minutos solamente. Voy subiendo a mi habitación y mi corazón da un vuelco cuando escucho el timbre. Demonios.

Corro a la puerta pero resbalo y caigo ¡Ahr! Vuelven a timbrar. 

- ¡Un momento! - grito alzando las piernas para levantarme del suelo de madera.

Mientras que abro la puerta me sobo una pierna y hay un chico hablando por teléfono

Al escuchar su voz se erizan todos los bellos de mi cuerpo provocando piel de gallina. Esto no me puede estar pasando.

• No hay final feliz •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora