• No hay final feliz •

Capítulo 12

Así el cazador ha caído en la trampa del ciervo, pero el ciervo no sabe como reaccionar ante semejante sorpresa.

¡Correspondele el beso!

¿Y si lo hago mal?

Estás borracha, ¿Lo recuerdas?

Por primera vez en la noche, hago caso a la voz en mi cabeza y me dejo llevar.

Oficialmente nuestro beso inicia, dándole paso a su lengua en mi cavidad bucal y de repente siento un tirón.

- ¡Alex! ¿Qué mierda estás haciendo? - Sky.

- Sueltame, Sky. Sueltame. - Sky lo sostiene del cuello de su camisa lacoste

- ¿En serio te besas con esta cualquiera? - lanza un chillido que provoca sufrimiento en mis oídos.

Sin pensarlo dos veces, me dirijo a Sky y le abofeteo la mejilla izquierda.

- ¡Hoy no te metas conmigo! - grito sin pensar, con la lengua pesada y sintiéndome un poco mareada. Definitivamente estoy ebria, pero eso no me salva de la paliza que me dará Sky por meterme con ella.

- ¡Agh! ¡Maldita rata de alcantarilla! - su grupo de chicas fresa le evitan lanzarse encima mío - ¡Ven aquí! ¡Te haré añicos! Tendrás el mismo futuro que tu madre, serás una puta. ¡Una puta! ¿Me oíste? ¡Y no de las caras! ¡Una puta sarnosa de bar!

Oh diablos. Le dio a mi punto bajo. Mamá de nuevo perdoname por avergonzarme de ti.

Jack llega a mi lado posicionando su mano en mi cintura -Es mejor que nos vayamos. -susurra en mi oído

- ¡Sueltame! ¡Ya estoy harta de tu maldito comportamiento de mierda! -Me sostiene más fuerte hacia el

-¿Comportamiento de mierda? He estado siendo gentil contigo desde hace mucho y tu solo me tratas como excremento.

¡Cómo se atreve a decir eso!

- ¿Y te parece bien decirme caramelo de brócoli? ¿Mirarme con repugnancia? ¿Ah? No sí, tienes un concepto abstracto de lo que es la gentileza.  ¡Ahora sueltame! - ¿En verdad fui yo la que dijo eso?

-¡Maldita sea Jackson! Suelta a esa asquerosa rata! ¡Hija de puta!

Al es escuchar la palabra «puta» pienso inmediatamente en mi madre y sin aviso previo las lágrimas salen con desesperación de mis ojos.

Con el agarre de Jackson en mi cintura finalmente me sofoco - ¡Sueltala de una puta vez! - soy lanzada al suelo junto con Jack encima mío.

Miro al atacante: me encuentro con un Alexander hecho furia y con Jack adolorido. ¿Es normal sentir ponys rosas bailar en mi estómago al verlo tan enfurecido? 

- Nat, lo siento en verdad. - Me ofrece su mano izquierda, se orgullosa Natalie; no te derritas.

- Olvidalo. - mi lengua está más pesada. 

Me levanto por mi cuenta, recordando que tengo un vestido que puede dejar a vista mis partes privadas, así que acomodo un poco bajando los dos costados ajustados a mis caderas, ¿por qué todo el maldito mundo me sigue viendo? Ni que fuera un dinosaurio. No estoy tan mal, ¿verdad?

- ¡Maldita sea! ¡Sigan divirtiendose restregando sus cuerpos en su jodida fiesta! - paso desesperadamente ambas manos por mi cuero cabelludo, y ante la verguenza de mi anterior oración, salgo de la mansión.

El frío de la noche estrellada, choca contra mi rostro y mis extremidades descubiertas.

-¡Natalie!, chica. Demonios amiga ¿qué acaba de pasar allí adentro? - Chelsea llega totalmente embriagada. 

- Me iré a... ¡Mierda! - sí, estúpida animal bestia. Tendré que vivir con Sky después de haberle sonrojado su mejilla, ¿por qué no lo pensé antes? Maldito licor.

- ¿Qué pasa? - Justo le dio por embriagarse ahora.

- No no, Chels, nos vamos a casa. Llamaré a un taxi y te dejaré ¿vale? No te puedes quedar aquí sola y en esas condiciones.

- Pero io no me quiero iir - Sin poder contenerlo suelto una risa escandalosa. 

En verdad, todo lo que hice esta noche, arreglarme, pedirle a la señora del aseo que me maquille, llevar este incómodo vestido, ¿para que una matona me lo arruine todo? 

- Chelsea, vamos adentro, se supone que es una fiesta no es la preparatoria, vinimos a divertirnos.

...

12... Ana.