✦Septuagésimo tercero✦

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«Tienes que ser fuerte, Suga. Llegara el día que no este contigo, y tendrás que valerte por ti misma» 

Como una semilla, las palabras de Vainilla penetraron muy profundo en mi subconsciente. 

«Solo lloras y lloras... ¿Tanto extrañas a ese puñado de prostitutas? Entonces crece rápido y conviértete en una» 

Por supuesto, padre también resultó una figura muy influente a la hora de construir mi manera de pensar. 

Llorar es debilidad. Los débiles no se pueden defender, así que no tienen derecho a quejarse. Como una muñeca, deje de llorar. Como un trapo, por muchos años no me defendí y simplemente me deje pisotear, creyendo que era lo que merecía por mi debilidad. Vivir de esa forma fue como caminar descalza en un montón de vidrios rotos, diariamente me convencía a mi misma de que eventualmente me acostumbraría y todo esto dejaría de afectarme.

Y eso no era más que una mentira. No me acostumbraba, simplemente me insensibilizaba. 

Pero... cuando alguien se toma la molestia de limpiar tus pies, vestirlos con ropas suaves y brindarles una calidez que resulta desconocida... Una vez que pruebas el dulce néctar de la amabilidad, volver a vivir bajo la sombra de la soledad resulta imposible. 

Temía tanto abrirme a los demás, creyendo que dejar expuesta mi debilidad me destruirá en el proceso de sincerarme. Ignorando que para volver a construirme, necesitaba romper en llanto frente a las personas que estaban dispuestas a tomar cada uno de mis pedazos. Me convertí en un mar de lagrimas que habían sido acumuladas durante años y, una vez el grifo fue abierto, parecía no haber forma de volver a cerrarlo. 

-¡Aceptaré el dinero de Vil si eso ayuda a que se reconcilié consigo mismo! -Había dicho Kalim con esa actitud relajada y su sonrisa simpática, mientras terminábamos de discutir los últimos detalles de la presentación del día anterior en el loungue de Ramshackle Dorm. Tal y como lo había dicho Vil, la tribu VDC se volvió a reunir a primera hora del día después del evento. Vil se había disculpado con nosotros, alegando a como a pesar de que lo dieron todo en su última presentación no resulto como debía  gracias a la serie de decisiones que tomó para entrar en estado de overblot. Declaró como planeaba enmendar su error como líder pagando la tarifa del premio del concurso... de su propio bolsillo. -¡Pero quisiera donarlo todo a Ramshackle Dorm!

Y nueva oleada de exclamaciones sorprendidas inundo el ambiente. Si el siempre regio y moderado Vil reacciono ante las palabras de Kalim, fue evidente que la respuesta que obtuvo de mi fue diez mil veces mas exagerada. 

-¡Es que este lugar reaaaaalmente se cae en pedazos! -Gimió a gran voz, extendiendo sus brazos para recalcar su punto.

-No tienes que decirlo así... -Suspiró, sintiéndome avergonzada de lo acertadas que eran sus palabras.

-¡La ducha apenas tienen agua caliente, el techo esta lleno de goteras, se filtra el viento frío por la paredes y cada parte del suelo en la que camino rechina! -Exclama con demasiado entusiasmo. -¡Jamás había vivido algo así! -Ríe tontamente, como si haber vivido las ultimas semanas bajo este destartalado techo hubiera sido una experiencia similar a acampar. -¡Ahora entiendo porque le dicen Ramshackle Dorm! ¡Jajaja!

-Ciertamente, no es algo que se pueda negar... -Jamil afirma, hay un pequeño tic en su ceja a medida que reflexiona en lo difícil que había sido vivir en Ramshackle todo este tiempo. -No es el lugar idóneo para nadie... mucho menos para una chica. 

Kalim asiente enérgicamente: 

-Suga y los fantasmas cuidaron de nosotros durante todo este tiempo. Y a pesar de todo, ¡Admito que me divertí muchísimo! 

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