✦Vigésimo tercero✦

2.3K 252 59
                                    

-Empiezo a creer que la posibilidad de que adquieras algún tipo de magia siempre será apocada por esa habilidad que tienes para meterte en problemas. -Y dicho esto Crewel presiono el algodón bañado en pomada sobre la palma hinchada de Suga. -¿Cómo demonios se hicieron estas quemaduras?

-Nos pico un pulpo... ¿o quizás... unas anguilas? -Recordó con un suspiro el fatídico momento en el que termino siendo electrocutada junto a su cuarteto de amigos, por el contrato que Azul había dejado intencionalmente sobre el escritorio de la sala VIP. Pecaron de ingenuidad al creer que el lugar más importante de Octavinelle estaría desprotegido y, a razón de eso, perdieron un día y terminaron robándole el tan preciado -y escaso- tiempo libre a su profesor de alquimia. Crewel termino por expulsar a los varones debido a que eran una molestia.

-Así que realmente firmaste un trato con Ashengrotto...

-¿C-cómo lo sabe...?

-Lo raro sería no estar al tanto -Aplico un pequeño parche en su mano al igual que con el resto y finalmente se deshizo de los tan molestos guantes de goma. -. Nuevamente protagonizas cada una de las conversaciones de esta escuela, quizás si pasarás más tiempo en clases que con esos cachorros revoltosos serías mas consciente del entorno que te rodea. -Murmuro esto ultimó con aspereza. Suga dedujo el porque... las clases practicas habían empezado y ella apenas y sabia lo básico de lo básico de alquimia. Realmente no estaban en posición para saltarse las clases... ¿pero que otra opción tenía? En el peor de los cosas podría aprovechar la "amabilidad" de su bondadoso director.

-Estoy condenada... -Gimió dejando caer su cara entre sus rodillas.

-¿Cuánto tiempo te queda?

-Hasta el anochecer de mañana...

Crewel hizo una pausa reflexiva, aprovechando los segundos que le tomaba volver a colocar sus guantes de cuero y desechar los quirúrgicos.

-No puedo prometerte nada pero... -Ella levanto la cabeza, curiosa porque la voz de su estricto profesor se había tornado mas suave. -En el peor de los casos estaré ahí para protegerte, Ashengrotto no podrá reclamar nada si su nuevo lacayo siempre esta haciendo mandados para un profesor...  De lo contrario, tendré que remarcar mi autoridad y castigarle. -Y ahí iba él con ese lado sádico que podía hacer temblar a cualquiera. Suga no pudo evitar soltar una risita.

-Gracias sensei... de verdad. -Su sonrisa se torno melancólica. -Usted... es realmente como un padre para mí.

Crewel enarco una ceja. ¿Primero dice que le gusta y luego lo pone en el pedestal de padre? Realmente le costaba entender a Suga aveces... pero prefirió no decir nada, no quería romperle el corazón... no aún, al menos.

『✧✦✧』

Al final la costumbre fue mas fuerte que la razón.

Sus pies recorrieron el camino que solía tomar para regresar a Ramshackle Dorm. Su mente y corazón era un caos, principalmente porque la fecha limite del contrato la estaba aplastando; añadiéndole el nuevo y doloroso recuerdo que su mente había desbloqueado. Detuvo su andar, las enormes puertas de metal oxidado que en algún momento estaban abiertas ahora le impedían el paso. Fue como un mensaje silencioso traído por el frío viento de esa noche.

Este ya no es tu hogar.

-¿Qué voy hacer ahora...? -Se aferro a la fría puerta, ignorando el punzante dolor en una de sus manos. Estaba desesperada, en toda su estadía en Twisted Wonderland jamás se sintió tan acorralada. Se mordió el labio, quería poder echarle la culpa a alguien de sus desgracia... pero al final, la única que siempre tomaba el camino incorrecto era ella. Lo odiaba. -¿Qué no dijiste que ibas hacer lo posible para regresar...? ¡¿Entonces por qué no puedes dejar de correr detrás de donde no te llaman y mantener un perfil bajo?! ¡Maldición!

Piece Of My WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora