Reemplazo [Ereri] [FINALIZADA]

Capítulo 7

EREN

Le lleve el desayuno a la cama a Jean, que parecía agotado, había estado vomitando toda la noche, y que por más que intentaba que su llanto no se escuchara no había logrado desapercibido de mis oídos.

— Gracias. — susurro.

Sonreí y le deje la mesita desayunadora cerca suyo, agarre el control remoto y prendi la tele para ver algo entretenido.

Me retire para traer mi desayuno y me senté a su lado, mientras comíamos las tostadas y tomabamos el té, me habló que había conocido a un chico llamado, Marco y era quien se fue anoche.

Jean dio un sorbo y su semblante brillante se fue en un segundo. Había recibido el mensaje de Reiner en el boliche, no sabe el por qué sigue enviándole mensajes y trata de comunicarse, después de todo lo que pasaron.

Veo que se pasa su mano por su cabello y se despeina, se hecha en el respaldo de la cama.

— Debo hablar con él... — cierra los ojos. — Aunque no quiera.

— Hay que cerrar ese ciclo... te ha afectado demasiado. — palmeo su hombro y lo veo asentir.

Después de ver esa serie de los locos Adams, nos levantamos, Jean se ducha.

Sale con su cabello mojado, con ropa y una toalla en sus hombros, agarra una manzana roja y le da un mordisco, veo su atenta mirada que espera que le cuente algo y eso hago.

— ¿Qué quieres saber? — nos miramos.

— Que casi te follas a alguien en el auto y yo estaba medio muerto... que mal amigo sos. — su voz sarcástica y burlona me hace reír.

— Pero gritaste, así que no pasó. — le contestó, cuando llevo las tazas al fregadero y me volteo para verlo.

— Gracias a Dios... sino hubiera quedado traumado. — pone su mano en su pecho y da otro mordisco. — ¿Cómo se llama?

Me detengo, eso es curioso, nunca me lo dijo, así que pongo el detergente en la esponja y abro la canilla.

— No lo sé... no quiere que diga su nombre cuando... — Jean exclama interrumpiendome.

— ¡No sigas! Entendí... — un ligero sonrojo en su rostro.

Aunque dejo una duda que mi mente quiere conocer, el nombre de la persona con la que últimamente me he estado viendo y compartiendo momentos íntimos.

Me muerdo el labio al recordar la vez que lo hicimos, es algo que no se está quitando de mi mente con tanta facilidad, es muy extraño, en su mayoría olvido los rostros pero él parece permanecer en mi mente y en mi piel.

Debo dejar de verlo.

Ahora sabe donde vivo y como me llamo. ¿Será un problema?

Jean termina la manzana, tira el corazón a la basura y me sacude, parpadeo.

— Nos vemos el miércoles... — me anuncia, se seca una última vez con la toalla, me la entrega, busca su campera, se la pone y sube el cierre. — Me voy a reunir con Reiner.

No me parece buena idea, no después de haber pasado una noche horrible, lo agarro del brazo.

— Estaré bien. Si hay algún problema, te enviaré un mensaje. Chau. — me palmea el codo y lo dejo. Veo como desaparece de mi vista y espero que no pase nada malo.