Capítulo 8

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JEAN

Estaba nervioso, me pase mi mano por mi cabello por milésima vez, mire la puerta de mi departamento esperando que el timbre sonará.

Debí elegir otro lugar para reunirnos.

Suspiro, y agarró mi celular para enviarle un mensaje a Reiner, pero el sonido del timbre, me interrumpe.

Al abrir no solo estaba Reiner sino también su actual pareja.

Me quedo viéndolos y me doy un paso al costado para dejarlos pasar, cierro la puerta y todos nos sentamos.

Jean. — Suena tan extraño su nombre en sus labios, que me había olvidado lo grave que era su voz. — El es Bertolt. — veo al chico azabache a su lado con su mirada baja.

Un gusto conocerte. — lo conocía de vista, nunca supe su nombre.

Pero el chico parece que no quiere hacer contacto visual conmigo.

Reiner coloca su mano sobre la mía, su calor y su piel me hacen sentir un pequeño cosquilleo, hace mucho no tenemos ese tipo de contacto y aparto mi mano.

Bueno... ¿Qué querías decirme? — escondo mis manos entre mis muslos.

Mm... Bueno, hay un anillo que me dio mi abuela cuando encuentre a la persona con la que pasaré el resto de mi vida... — Reiner junta sus manos, comenzando a hablar. — Y como me la pase buscandolo por todas partes... me preguntaba...

— Lo tengo... dame un segundo que ahora te lo traigo. — me levanto de la mesa y me voy a mi habitación.

Podía recordar cada palabra que me dijo Reiner cuando me puso ese anillo en mi dedo. Era en nuestro aniversario número 3, Reiner había sido el encargado de una deliciosa cena, las velas iluminaban aquella noche estrellada, no había dudado en responder un "Si, quiero." Y me arroje a sus brazos dándonos un apasionado beso que terminó con nosotros en el cuarto, entregandonos al amor.

Ese día fue especial y único.

Abrí la puerta y busque donde lo había dejado.

Al volver escuche un regaño, Reiner le decía algo en el oido de Bertolt, que preferí ignorar.

Me senté y le mostré aquel anillo.

Sabia que era importante para ti. — era cierto y sentí como su mano volvía a ser contacto con la mía, pero esta vez duró más tiempo y nos miramos largamente, agarro el anillo.

Gracias, Jean. — dijo Reiner, todos nos levantamos, y senti que me abrazo.

BERTOLT

Al saber que iríamos a ver al ex de Reiner, provocó celos y nervios a su vez. Sabía que era alguien importante, me hacía dudar de nuestra relación, la forma que Reiner hablaba, ese brillo en sus ojos y la voz cálida que usaba cuando hablaba de él.

Además de que mi suegra hablaba maravillas del ex de Reiner, me atormentaba. Los amigos conocidos solo decían rumores que me hacían vacilar.

Reemplazo [Ereri] [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora