Sr. Wolf

Capítulo 2: Algo no está bien

Pasaron los primeros tres días y Chile ya se había acostumbrado a la enorme casa alemana, lo más divertido es que la tenía toda para él; podía bailar, cantar o jugar por horas y nadie lo vería, pero antes de hacer todo eso debía hacer el aseo diario en la casa para evitar que todo se volviera a llenar de polvo como antes, y esta vez estaba con el plumero junto con la aspiradora para limpiar profundamente cada rincón.

-wn no pensé que Alemania conservaría esto- mientras hacia el aseo aprovecho de organizar los muebles y armarios que habían en las habitaciones, encontrando así los uniformes que les pertenecieron a los imperios.

Sentía que era algo indebido de hacer pero la tentación lo venció llevándolo a colocarse el uniforme de Second, obviamente le quedaba enorme y la chaqueta parecía ser más un camisón provocándole risa al chileno cuando se vio en el espejo de cuerpo completo que había en la habitación, no podía caminar bien sin pisar el pantalón así que tenía mucho cuidado de no maltratar el traje.

-recuerdo lo grande que era el Kaiser, siempre me decía que parecía un niño cuando estaba a su lado- se arreglo la chaqueta para que no se arrugara tanto- ¿Qué me diría si me viera ahora? conociéndolo me diría que no eh crecido nada, "¡Debiste entrenar más!" jajaajja ya me lo imagino dándome un castigo de entrenar con la espada hasta que ya no sienta los brazos.

*Flashback*

-Herr Kaiser, warten Sie auf mich!- el joven chileno corría intentando seguirle el paso del emperador, pero con la cantidad de nieve que había en el jardín apenas podía caminar (¡Señor Kaiser, espéreme!).

- fallen Sie nicht hinter Chile zurück... Chile?-se dio media vuelta para ver al chileno encontrándose con la divertida escena de que el pequeño país estaba casi enterrado en la nieve (no te atrases Chile... ¿Chile?)- Brauchen Sie Hilfe?- se acercó al pobre latino entre risas mientras observaba como este luchaba por no seguir hundiéndose (pff! Jajaja! ¿Necesitas ayuda pequeñín?)

- Bitte spottet nicht -solo le basto con tomarlo en brazos y de un tirón sacarlo de la nieve, gracias al frio y a la humedad, no paraba de temblar (p-por favor no se burle).

- Du kannst meine Jacke tragen, Preußen wird es nicht mögen, wenn sein Zögling mit einer Erkältung in der Ausbildung ist-sabiendo que se volvería a hundir en la nieve apenas empezara a caminar de nuevo, decidió llevarlo en brazos y cubrirlo con su chaqueta junto con la capa (puedes usar mi chaqueta, a Prusia no le gustara tener a su alumno resfriado en pleno entrenamiento).

- Danke... *seufz* Ich wünschte, ich wäre so groß wie du -estaba avergonzado por ser llevado como un niño, pero era mejor que tener que lidiar con la nieve, así que solo escondía su rostro con la chaqueta (gracias... *sigh* desearía ser tan alto como lo es usted).

- hehehe, wer weiß, vielleicht kannst du in Zukunft zu meiner Portage kommen -lo animo un poco mientras seguía caminando, no le quedaba mucho para llegar al cuartel donde el prusiano los estaría esperando (jejej quien sabe, quizás en un futuro puedas llegar a mi porte).

- Ich hoffe, ich schaffe es, es wäre toll, so zu sein wie Sie!-sonrió ilusionado de tan solo imaginarse siendo tan alto como Second R. si fuera grande los países no subestimarían tanto su fuerza como país al momento de verlo (espero poder hacerlo, ¡Seria genial ser como usted!).

*Fin del Flashback*

-jejej... -una enorme nostalgia lo invadió, pero no era tiempo de pensar en el pasado por lo que se sacó el uniforme con cuidado de no romperlo para guardarlo en el armario junto con el traje de Prusia.

Continuo con el aseo hasta que el hambre le hizo tomar un descanso, por suerte en el refrigerador gigante había de todo para comer así que se preparó un sándwich y un vaso de bebida para calmar su estómago, aprovecho de irse a merendar en el precioso jardín disfrutando la paz del lugar. Tocar un rato la guitarra no vendría mal por lo que se fue a buscar su instrumento para luego acostarse en la hamaca y cantar unas cuantas canciones, sentía que estaba en el paraíso y que absolutamente nadie lo molestara.