Capítulo 12

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—Extrañooo tantoooo a Fátim...

—¡YA CÁLLATE!

Levanté la mirada de mi libro hacia los chicos que estaban "hablando tranquilamente" como se supone que me prometieron hace veinte minutos.

—¿Ahora qué? —dije señalando con la cabeza al pelinegro que estaba frente a mí.

—Dile a tú amigo que se calle -dijo Jonathan señalando con la cabeza al pelinegro que estaba frente a mí.

—¿Callarme? ¡Si tú eres el que no deja de abrir la boca!

¿Esta es la manera de Dios de castigar?

—¿Podrían...?

—¡¿Yo?! ¡Si solo estoy diciendo mi pesar!

—Oh que tristeza me da.

—¡Tú como hombre deberías saberlo!

—Si solo quieres que te dé el pésame dilo.

—¡¿Pueden callarse?! —ambos chicos se giraron hacia mí, como si fuera raro para ellos escucharme gritar.

—¿Ya ves lo que hiciste? —Jonathan se dirigió al pelinegro con signos molestos en su cara.

—Pero ¿qué...?

—¡JA! ¿Yo? Si esto lo has hecho tú solito —Zack contraatacó con la mirada que me había dirigido a mí cuando lo conocí, solo que esta vez se la dedicaba al castaño.

—Aghh... —agaché mi cabeza sobre mis brazos en el pupitre.

Y bueno, justo después de eso resonó el timbre que daba fin al primer receso.

Aquí vienen...

Todo nuestro grupo entró casi al mismo tiempo, haciendo escándalo y demasiado ruido.

Me lleva.

—La tranquilidad se fue... —suspiró con dramatismo el castaño, colocando sus dos brazos en cada lado de su cintura.

—...desde que tú llegaste —escuché susurrar a Zack mientras le dirigía su mirada al Jonathan, que me hizo sospechar que lo hacía a propósito solo para que yo lo escuchase.

—¿Qué dijiste? —Jonathan se giró en seco hacia él.

—Nada que te importe —¿cuándo será el milagroso momento en que estos dos se lleven bien?

—Oye, ¿puedes quitarte? —los tres giramos hacia mi izquierda, dónde estaba la chica que se sentaba delante de mí, asiento que, estaba ocupando Zack en los recesos para platicar conmigo.

—Genial... —reprimí una sonrisa ante el murmullo del pelinegro, sonaba casi como si estuviera refunfuñando.

Mientras que el castaño y el pelinegro (quien se había levantado a la fuerza) regresaban a sus lugares, yo me limité a guardar mi libro y sacar las cosas para la clase.

Ya tenía todo listo así que podía enfocarme en mi celular, que justamente en ese momento había vibrado por una notificación.

Mensaje nuevo: Zack.

Interesante.

Aquí vamos de nuevo...

Zack: ¿Me recuerdas en qué momento incluimos a Jonathan?

Roxanne: Vaya, sí te sabes su nombre. Quién lo diría.

Zack: Muy graciosa. Hablo en serio.

Confío en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora