Capítulo 2

60 5 0
                                    

—Así que... te tocó con el nuevo eh —me dijo Jonathan algo burlón pero con tono serio, no sabía cómo describirlo.

Ya era el segundo receso, así es, teníamos dos recesos, el primero era el más largo, el segundo era para tomar un respiro de las materias.

Vaya consideración de la prepa.

—Así es.

—¿Y ya sabes cómo lo vas a hacer? —me preguntó algo interesado.

—Siendo sincera no, pensé que tendría que hacer equipo contigo o con alguien más del salón, que más o menos los conozco, y podría hacerme la idea de qué o cómo hacerlo —dije algo molesta—. No conozco al chico nuevo.

Y por la primera impresión que me acababa de dar... diría que no era tan fácil de tratar.

Aunque debía admitir que me sentí bien al ver cómo me elegía y no al grupo de Ernesto.

Je, je.

—La vida da muchas vueltas ¿verdad? —reconocía esa voz, era de mi nuevo compañero de equipo que se estaba acercando.

Y aparte Jonathan no era muy bueno disimulando que le caía mal ese chico, así que por la mirada que tenía Jonathan hacia atrás mío ya podía deducir quién era.

Y además cómo no reconocer esa melodiosa voz.

—Demasiadas diría yo —dije mientras el pelinegro se colocaba a mi lado y miraba a Jonathan de forma retadora.

—Muchas —dijo Zack bajando su mirada hacia mí y yo alzaba mi mirada también a él.

A admirar esas lindas perlas negras de nuevo. ¡Yupi!

Vi de reojo como Jonathan se estaba sintiendo incómodo, y siendo honesta, me dio algo de pena. Después de todo, Jonathan era de las pocas amistades con las que me juntaba y que ahora me viera siendo algo social era algo raro, y más con alguien nuevo en la escuela.

—¡Hola chicos! ¿me extrañaron? —escuché a esa voz chillona e irritante.

Justo cuando todo iba relativamente bien...

Los tres volteamos en la misma dirección, era Fátima (claro) y se estaba acercando a nosotros que estábamos en la entrada del salón. Estábamos ahí porque Jonathan me había dicho que quería hablar conmigo, y claro, era para decirme lo del trabajo en equipo, que al final ya ni me pudo decir bien porque el pelinegro interrumpió.

—No —dije sonando algo seca que hice que Zack sacará de nuevo esa media sonrisa que le quedaba tan bien.

Y la que no se controla soy yo.

Por lo menos yo disimulo.

Si a eso le llamas disimular...

—Fátima —dijo Jonathan y pude notar cierto entusiasmo en su tono.

—¿Me extrañaste? ¡Porque yo a ti sí y mucho! —dijo la rubia con voz de niña chiflada.

Cállenla por favor...

—¡Obviamente que te extrañé! —dijo Jonathan con el mismo tono que ella mientras que la rubia se acercaba y entrelazaba su brazo con el de él.

—Roxanne —dijo Fátima en forma de saludo, pero estaba claro que solo lo hacía por educación ¿no?

—Fátima —Usé el mismo tono que ella y en cambio la rubia solo se volteó de nuevo hacia Jonathan.

Los dos empezaron a hablar y coquetear, supuse que ahora eran casi novios o algo así. Ya que, bueno, no creía a Jonathan tan estúpido como para decirle que sí de inmediato. Esperaba que por lo menos tuviera algo de dignidad y le dijera a Fátima que primero serían "quedantes" o algo parecido.

Confío en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora