XIV

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― Muchas gracias, ministro. ― sonríe James. El hombre solo mueve su mano, restándole importancia.

― Es la primera vez que ambos me piden unas vacaciones desde hace años, no hay de que. Merecen descansar luego de su arduo trabajo

James no deja de sonreír y a su lado, Sirius no cabe de la felicidad. Todo esta saliendo tal cual lo desea. Ya tienen el permiso para ausentarse dos semanas del trabajo, ya tiene los dos trasladores listos que saldrán en dos días a las siete de la mañana su destino.

― En serio, ministro, muchas gracias ― habla ahora Black, inclinando su cuerpo sobre la mesa larga del despacho de la persona con más poder ― político ― de Londres.

― Ya dije que no hay que agradecer, Black... lo único es que perderé por dos semanas a dos de las fichas más importantes del ministerio, pero trataré de no perder la cordura.

El dúo de amigos suelta una carcajada y se ponen sobre sus pies, despidiéndose una ultima vez del hombre con un breve apretón de manos. Salen del despacho y bajan las escaleras.

― ¿Ya tienen todo listo?

― Reggie sigue empacando junto con Harry ― responde James mientras suelta el único botón de su túnica dejando expuesto el uniforme de jefe de seguridad mágica ― Llevan dos días en eso y si para mañana no tienen todo listo, terminaré haciéndolas yo.

Sirius deja escapar una carcajada e imita la acción de su mejor amiga con respecto a su túnica.

― Sabes lo minucioso que tiende hacer Reg con los viajes ― alza sus hombros restándole importancia porque conoce a su hermano y lo quisquilloso que puede llegar a ser ―, además, Harry es su hijo, las mañas de heredan, Potter.

― Lo sé, pero jamás creí verlos tan quisquillosos, sobre todo Harry, ha vaciado su maleta cinco veces los últimos dos días. Es un viaje familiar, no la realeza.

― Voy yo, Prongs, claro que ira la realeza ― habla Sirius con altanería moviendo su cabello de lado a lado. El moreno solo rueda sus ojos con una sonrisa ― E irán los Malfoy, con eso te digo todo.

Los pies del menor del dúo se detienen abruptamente y se gira a enfrentar a su amigo, sus cejas frunciéndose.

― ¿Qué tratas de decir, Pads?

La ceja pulcra del Black se alza.

― Qué tu hijo, mi ahijado, estrella de mi hermanito esta tan quisquilloso porque quiere impresionar...

― No lo digas.

― A una sola persona...

― Puedo enviarte a una celda, Pads.

― Y esa persona es nada más y nada menos que...

― Sirius.

― Draco Malfoy, hijo de mi bella prima Cissy y Malfoy grande.

James gime pasando sus manos por todo su cabello desordenándolo aún mas ― Regulus hace años dejó de intentar que se viera un poco presentable ― y la acción solo aumenta la diversión de Sirius. Ama ver esa faceta de papá sobreprotector con Harry porque, aunque esa es una de las razones de sus reacciones, también lo es que conoce a Draco desde que era un bebé, lo vio crecer y lo tuvo en su regazo en varias ocasiones, además tiene el apellido Malfoy y no desea escuchar los lloriqueos de Lucius sobre que su linaje es impuro ahora.

Llegan al piso principal del ministerio y Sirius sigue riéndose por lo bajo de las facciones de su mejor amigo.

― Creo que iré a casa. ― farfulla ― Necesito evitar que Harry meta toda su habitación en la maleta.

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