― ¿En serio, Harry?
― Es que él...
― Cielo, no. Él nada. ― la mujer sonríe suavemente, sosteniendo el rostro de su ahijado entre sus manos. Murmura algo y de inmediato el rostro del joven este limpio de sangre y su labio sellado. Harry alza la mirada, sus ojos verdes viéndola apenado. ― Se que te cae mal y puedo comprender tus razones, ese jovencito junto con su hermano son unos pesados, pero no debes rebajarte a ellos. Eres más que eso.
― Lo sé, pero se metió con papá...
― Harry, tu padre ya es un hombre adulto, no necesita que su pequeño hijo lo defienda de las palabras que otro joven diga de él. ― ella se ríe ― A él lo único que le interesa es que tu estes bien y no andes peleándote a los golpes cada tanto con alguien...
― Es que es desesperante, en serio.
― Y no lo dudo, con solo verlo me di cuenta ― deja escapar un suspiro y con cuidado se lleva un mechón de su cabello hacia detrás de la oreja ―, pero como te dije, Harry, ignóralo. Mas vale ignorarlo que rebajarte a él.
El menor de los Potter suelta un poco de aire y hace una breve mueca antes de aceptar.
― Excelente, ahora debo irme, tengo que seguir trabajando, ¿estarás bien?
― Si. ― responde, sonriendo ― Y perdón por hacerte venir, sé que estas ocupada con tu trabajo.
― Oh, no, tranquilo, cielo. ― ella se separa, moviendo su mano en una señal de baja importancia ― Luego me desquitaré con tu padre.
― ¿Qué?
La perfecta ceja rubia de la mujer se alza y Harry maldice por lo bajo.
― ¿Oh? Oh, Harry, ¿en serio crees que no les dire? Si me llamaron a mí y no a Sirius fue porque quieren que hable y le comunique lo sucedido a ellos.
― Pero...
― Lo siento, cielo, debo hacerlo o tu padre se enojará conmigo.
― Me matará.
― No tan así, solo podría castigarte.
― ¡Con el quidditch!
Ella rueda los ojos.
― Por Dios, saliste igual a ellos, amante del deporte. No entiendo que le ven.
― Tía Dora...
La rubia lo observa y niega. Harry le muestra un puchero pequeño, con ojos grandes y brillantes, tan parecidos a los de su mejor amiga que hace que su corazón lata con fuerza. No puede, debe ser fuerte.
― No me mires así, Harry Potter.
― Por favor.
En serio trata, Pandora en verdad intenta que esa mirada no le afecte, pero ve en Harry esos ojos y le afecta demasiado. Por Dios y Merlín, ese niño es su perdición. Sabía que debió negarse cuando le pidieron ser su madrina. Los genes que tienen son muy fuertes y la hacen flaquear.
― Basta, basta ― Pandora se aleja de su ahijado, sus cejas frunciéndose y tirando su rizado cabello hacia atrás. Harry al verla le recuerda muchísimo a Luna. Los mismos ojos grises saltones, sus cejas pálidas y ese cabello largo y rizado, demasiado indomable para su propio gusto, pero siendo tan propio de las Lovegood. ― Los Nargles que tienes en tu cabeza me piden que te haga caso, pero los míos me dicen que no.
― Deberías hacerles entonces caso a los míos, yo soy el del problema.
La mujer deja escapar un suspiro pesado.
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Vortex
FanfictionVoldermort nunca existió. Nunca fue el niño que vivió. Nunca tuvo que luchar contra la oscuridad. Nunca tuvo que vivir con sus tíos y nunca estuvo solo. Una nueva vida. Un nuevo universo. Una línea temporal diferente donde todo cambia. Solo es Harr...