5. Su Silenciador Hombre Lobo ⁓ MaxTul

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Complicaciones

Tul era demasiado realista para esperar que la cosa del apareamiento funcionara desde el principio. Claro, lo había querido, lo anhelaba más de lo que creía que alguna vez lo haría, pero él no había sido lo suficientemente ingenuo como para pensar que no habría algunos contratiempos.

Las cosas cambiaron, por supuesto. Ahora dormían cada noche en los brazos del otro y habían dejado de tratar de contenerse con el sexo. Un sentido renovado de cómoda confianza se estaba edificando entre ellos. Max todavía tenía momentos en los que miraba a Tul como si no pudiera creer que estaba allí, pero ambos estaban mejorando en el manejo de sus inseguridades.

A Tul le hubiera gustado culpar a su olvido sobre el hecho de que se centró en el crecimiento de su relación y no en el peligro en el que todavía se encontraba. Le fue recordado groseramente cierto hecho aturdidor unos pocos días después de que se vincularon por primera vez.

Tul despertó de su sueño como siempre, en los brazos de Max. Como de costumbre, pensó en deslizarse debajo de las sábanas, tal vez le daría a su compañero un despertar creativo. Pero esta vez, las cosas no funcionaron mucho de esa manera. Una súbita sensación de horrible náusea se apoderó de él, y tuvo que separarse del abrazo de su amante. Se tambaleó fuera de la cama y se dirigió al baño, con la esperanza de que al menos pudiera contener las náuseas lo suficiente como para prevenir vomitar por todo el suelo.

Con una gran cantidad de esfuerzo, lo logró, pero en el momento en que estuvo en el baño, se arrodilló frente al inodoro y devolvió. Todo su estómago se rebelaba, estaba mareado y sudando fuertemente. En un punto, se dio cuenta de que Max entraba y se arrodillaba a su lado, dándole palmaditas en la espalda con manos sorprendentemente gentiles. Eso en cierto modo ayudó, y el estómago de Tul finalmente se asentó.

Se dejó caer contra Max mientras recuperaba el aliento. "Bueno, eso fue algo... inesperado".

Max no respondió, momento en el que el cerebro de Tul finalmente entendió el mensaje. "Oh".

Sintió a Max estremecerse contra él. "Me preocupaba que esto pudiera pasar. Te dije que no tenía forma de evitarlo".

Si la conjetura de Max era correcta, y que de hecho no había manera. Pero debido a la cosa del anudamiento, los condones eran ineficaces en los apareamientos entre compañeros. Aun así, Tul no estaba convencido. Se giró para mirar a su compañero y arqueó una ceja. "Todavía no puedes estar seguro de qué es". Por supuesto, él no era de los que se engañaban a sí mismos, pero tampoco quería sacar ninguna conclusión por un solo episodio. "Podría no ser nada".

"Supongo". Max no parecía creer en sus propias palabras. "Si esto es algo..."

Tul se levantó y se estabilizó contra el lavabo del baño. "Nosotros nos ocuparemos de todo un paso a la vez. Además, ya te dije que me encantaría tener un bebé contigo".

Eso silenció a Max, aunque Tul podía decir que el hombre todavía tenía dudas. Realmente no culpaba a su compañero. La historia familiar de Max no era la mejor y él nunca la olvidaría, y en especial no ya que llevaba la prueba tan visiblemente en sus cicatrices. Aun así, cuando Max se encontró con los ojos de Tul en el espejo, Tul descubrió que la esperanza brillaba en los ojos oscuros de su amante.

Estuvo muy tentado de besar a su pareja solo por esa mirada, pero dado que acababa de vomitar, esa no era una muy buena idea. Para distraerse, dejó correr el agua del fregadero y tomó su cepillo de dientes.