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Impaciencia ~ 2




En realidad, no había tenido la intención de decir eso y, de hecho, la parte de él que había sido capaz de racionalizar la frase sabía que lo que quería decir era algo a una súplica de "fóllame". Pero resultó saliendo enteramente diferente, con más significado del que él mismo podía soportar.

Eso era lo que quería, ser reclamado, pertenecer a Max. Incluso si había partes del mundo de los hombres lobo que no entendía completamente, Max había sido abierto con él sobre lo que significaba el tener un compañero —aunque únicamente fuera porque quería señalar que Tutor estaba por completo seguro con Fighter. Pero, en verdad, esa no fue la razón detrás de su decisión. Desde que tuvo la edad suficiente para querer una relación íntima, una parte de él, esa que por siempre se había permanecido buscando sabía que esto era lo correcto. En el fondo de su corazón.

Afortunadamente, sus palabras destrozaron cualquier rastro de resistencia que Max pudiera haber conservado. De repente, su amante estaba tironeando la ropa de Tul, sus labios se torcieron en casi un gruñido cuando sus garras rasgaron el material. Tul se estremeció cuando su camisa se rasgó, pero también se aferró a Max con más fuerza, con la esperanza de que su proximidad de alguna manera le mostrara a su compañero cuánto deseaba esto.

Alentado, Max continuó con su tarea autoproclamada. Cuando la camisa de Tul estaba hecha pedazos en el suelo, él se dio cuenta de que su posición actual hacía que desnudarse fuera un poco... incómodo. En ese momento exacto, como si pudiera leer la mente de Tul, Max alejó al humano de la pared, lo volteó y lo empujó sobre la encimera de la cocina.

Ellos nunca llegarían a la cama, se dio cuenta Tul, y que dios lo ayude si eso no lo ponía increíblemente caliente. Se apoyó en el mostrador, empujando su trasero hacia afuera y siseando un, "Por favor".

Max no lo dejó esperar, cortó directamente a través de los jeans de Tul, haciéndolo jadear con renovada excitación. Las garras se deslizaron sobre su piel, pero no le sacaron sangre ni lo lastimaron de ninguna manera, ellas presionaron lo suficientemente fuerte como para estimular las terminaciones nerviosas demasiado sensibilizadas de Tul. Y cuando esas grandes manos aterrizaron en el trasero de Tul, él se preguntó si Max haría que se corriera justo así, a través del toque de esas garras.

¿Era la insinuación de peligro lo que lo hacía tan excitante? Tal vez. O quizás era solo el hecho de que las afiladas puntas hicieron que Tul fuera mucho más consciente de la naturaleza de Max y del hecho de que su amante confiaba en él lo suficiente como para dejarse ir de esta manera, para ser él mismo a pesar de su aprensión anterior.

De cualquier manera, Tul realmente no podía reflexionar demasiado sobre eso. Atrapado como estaba por los remanentes de sus jeans, todavía usando sus zapatos, probablemente se veía un poco ridículo, pero eso no pareció disuadir a Max en lo más mínimo. Tul no pudo oír al hombre moverse o arrodillarse, pero debió haberlo hecho, porque lo siguiente que supo fue que tenía un fuerte mordisco en su nalga derecha.

Tul no pudo evitar soltar un pequeño grito, sorprendido no solo por la acción sino también por el hecho de que lo disfrutó tanto. Max había aplicado en eso un poco de sus colmillos, por lo que no había sido tan inofensivo como antes, pero eso no cambió la opinión anterior de Tul. En cualquier caso, lo hizo todo mejor.

Max calmó el escozor con su lengua, y Tul apretó los dedos alrededor del mostrador, deseando por más, pero al mismo tiempo, necesitando ver hasta dónde Max planeaba llevar esto. Y no fue decepcionado.

5. Su Silenciador Hombre Lobo ⁓ MaxTulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora