5. Su Silenciador Hombre Lobo ⁓ MaxTul

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Familia

Willy Pirada estaba escondido en un granero en medio de la nada. Max no tenía idea de cómo su hermano había rastreado al humano, pero estaba más que agradecido por la ayuda. Sin eso, él y Tul podrían haber tardado demasiado tiempo en encontrar al bastardo.

Y tal como estaban las cosas, ambos llegaron a la locación en cuestión una hora después de su llamada a Baqir. Ahora, los dos estaban situados detrás del granero, observando al agitado humano a través del espacio entre las tablas. Nuk y los niños estaban juntos acurrucados en un colchón viejo y sucio.

Ellos parecían ilesos y Nuk estaba sosteniendo cerca a ambos niños en un abrazo protector. "Willy, necesitas dejarnos ir. Tienes que darte cuenta de que la policía te encontrará y esto no terminará bien".

"Estoy haciendo esto por tu propio bien". Willy agitó su arma, haciendo que Nuk se estremeciera. "¿No eras tú quien se quejaba siempre de que no me importaba? Bueno, estoy tratando de mantenerte a salvo, corregir mis errores".

Nuk se mordió el labio y observó al hombre caminar. "Y apreciamos eso", susurró ella, obviamente habiendo decidido que antagonizar con Willy no era muy inteligente. "Pero los niños tienen escuela. Yo tengo trabajo. Nosotros no podemos simplemente—"

"Nos iremos a alguna otra parte una vez que las cosas se calmen un poco", la interrumpió Willy. "Ese inútil chico tuyo está proporcionando una distracción. Solo tengo que... Tenemos que cruzar la frontera y luego estaremos bien".

Max había oído suficiente. Ya era obvio que el hombre era una bala perdida y no tenía planes reales de escape más allá de llevar a sus cautivos lo más lejos posible de sus perseguidores. Si él quería ser perfectamente honesto, en realidad no le importaba mucho su razonamiento o sus ideas. Solo tenía que sacar a la familia de Saint de las garras de Willy, y entonces ellos podrían dejar atrás todo este desastre.

"Quédate aquí", le susurró a Tul. "Debería ser seguro, pero quédate cubierto, solo en caso de que él logre disparar".

Tul asintió en silencio. Max sabía que no debía pensar que su compañero habría aceptado esta sugerencia con tanta facilidad si no fuera por sus sospechas con respecto a su posible condición. Odiaba a Willy por que lo obligó a arrastrar a su pareja a una situación peligrosa. Pero eso no se podía evitar ahora. Una vez que estuvo seguro de que Tul estaba escondido y protegido detrás de un vehículo abandonado que alguna vez debió haber sido un tractor, Max entró en modo misión.

No podía cerrar por completo sus emociones, no como antes. Una parte de él permaneció enfocada en Tul, pero también en los inocentes involucrados y en la fe que su Alfa había puesto en él. Incluso así, no permitió que estos sentimientos lo desviaran de su propósito. De hecho, él los usó, enfocándose en su objetivo.

Willy no tenía un patrón real en su paseo. Era errático y eso lo hacía peligroso, si no para Max, para Nuk, Sung y Jack. Max debatió las posibles estrategias y al final decidió que un ataque sorpresa funcionaría mejor.

La madera del granero era lo suficientemente frágil como para romperse bajo la fuerza de Max, y entonces no necesitaba más que unos segundos para alcanzar a Willy.

Eligiendo el momento con cuidado, Max se alejó a una distancia razonable del granero. Mantuvo un perfil bajo para que Willy no lo viera por accidente. Tul monitoreó sus acciones desde su escondite y le dio el visto bueno, señalando el momento en que Willy estaba de espaldas.