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Al día siguiente ya estando un poco mejor, me encuentré con los mellizos en la habitación de León para hablar sobre lo que está pasando, sorprendida con lo que me acaban de contar. No puedo creer que se hayan acostado con Adela aunque bueno, eso explica muchas cosas.

—Pero te juro que no hicimos nada.—León se me acerca tomándome de las manos.

—Exacto, pero ahora un tipo está extorsionándonos diciendo que tiene pruebas de que nosotros lo matamos.—Dice Erick frustrado.

—Si ustedes no lo hicieron, ¿Que les preocupa?—Pregunté confundida.

—Es que...—Escuchamos pasos haciéndonos guardar silencio.

La puerta se abre y es Quintina.

—Don Juanito y doña Normita los esperan a los tres en el estudio.

Los tres nos miramos entre nosotros y bajamos al estudio donde están mis padrinos. Tomo asiento y los mellizos se sientan cada uno a mis costados.

—¿Que pasa?—Cuestioné un poco nerviosa.

—Hay que hablar sobre el caso del profesor Carreño.—Las palabras de mi tío Juan me dejan helada pero enfurecen a Erick quien se pone de pie casi que histérico.

—No te estamos ocultando nada.—Le aclara a su padre caminando hacia él.—¡Ya me cansé de esto!—Refuta tirando su sombrero.—Pareces un disco rayado, pregunta, pregunta, pregunta y no crees nada.

—¡Nosotros que diablos vamos a saber porque el tío Oscar quería meterse a la investigación!—Dijo León molesto.—Y mucho menos porque mencionó a esa vieja.

—Esa vieja se llama Adela Carreño.—Tan solo escuchar su nombre me provoca escalofríos.—Mi amor, tenemos que darle más espina a estos muchachos, está generación tiene problemas de memoria...—Se dirige a su esposa.—¿O será que se están haciendo? Porque hace rato oí que hablaban de ella con Majo.

—¿De que hablaban María José?—Mis ojos se abren en par, está enojadisima.

Antes de que pudiera inventarme algo, Erick se adelanta.

—¿Así que nos escuchaste? Así que no hay privacidad en esta casa. Tú mismo nos enseñaste a no escuchar conversaciones ajenas.—Erick alza la voz—Estas detrás de las puertas como una vieja chismosa, solo hablábamos con Majo sobre la escuela y ella salió al tema.¡No tenemos nada que ver con el profesor Carreño!—Recalca a un nivel máximo de furia.

—A ver Erick, ya, respeta a tu papá —Le ordenó mi madrina a su hijo.—Es que solo queremos que nos digan la verdad. Desde que se involucraron en el famoso tema del profesor Carreño no hemos tenido ni un minuto de paz.

—Nosotros te entendemos, mamá, pero no es justo que por una acusación falsa de un imbécil nos vigilen día y noche y nos traten como si fuéramos criminales.

—No los tratamos así, solo estamos preocupados.—Dice mi tía.—Solo nos estamos preocupando por el bienestar de los tres.

—Yo no sé, nuestra obligación como padres es preocuparnos por su seguridad, tienen que entender, esto también va para ti Majo.—Dijo mi tío Juan hacia nosotros.

—Por que nos tratan diferente, no como sus hijos sino como los asesinos del profesor Carreño.—Las palabras salen de la garganta de Erick como si le estuvieran quemando el cuerpo estando dentro.

—Estamos cansados de tantas limitaciones —Se queja León poniéndose de pie.—de tener que obedecer como si fuéramos niños. ¿Hace cuánto no nos divertimos?¿Hace cuánto no salimos de copas con nuestros amigos?—Se dirige a su mellizo.

Pasión De Gavilanes 2 (Erick Reyes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora