Capitulo 10

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Su-hyeok y Nam-ra se sentaron juntos cerca de la ventana y alejados del resto por si se convertían.

—Oye Hee-do.—me llamo Dae-su y lo miró.—¿Qué te hizo la mamá de Nam-ra?—me preguntó.—Por lo que dijo antes.—me especificó.

—Pues no es algo de lo que me guste hablar.—le contesté.—Pero creo que me puedo considerar su amiga por eso les voy a contar.—les dije y todos me miraron atentos.

—Ya eres nuestra amiga.—me dijo Hyo-ryeong.—Lo sentimos mucho, todos.—dijo y todos asintieron.

—Gracias.—les agradecí con una sonrisa.—Mi papá y mi mamá estaban bien, se querían mucho.—empecé a contar.—Pero cuando mi madre se entero de que estaba embarazada empezaron los problemas.—dijo y todos me miraron triste.—Según mi abuela, desde que se supo que mi mamá estaba embaraza mi padre se iba cada noche y conoció a la mamá de Nam-ra esa misma noche y mi
papa le fue infiel a mi mamá.—les conté con unas pocas lágrimas.—La mamá de Nam-ra se embarazó y hubieron muchas discusiones.—dije limpiándome las lágrimas.—Al principio solo eran peleas pero fue a mas.—continué.—Con ocho años me quedaba fuera de la casa con las manos en los oídos mientras escuchaba gritos y llantos de mi mamá cosas como que se mataría para no serle a mi papá una molestia pero mi papá solo le pegaba cuando decía esas cosas.—dije pero le cortaron.

—¿Solo ocho años?—me dijo Dae-su triste.

—Y no acabó ahí.—le contesté y se quedó en silencio para que continuara.—Un día en el que mi papá se fue con la mamá de Nam-ra y con Nam-ra de paseo mi mamá me trajo algodón de azúcar.—les dije con una sonrisa triste.—Yo estaba coloreando un cuaderno y le pregunté si quería un poco, me dijo que no que quería descansar.—dije y las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos.— Se acostó en la cama y no se levantó más—dije y todos se llevaron la mano a la boca.—Me acosté con ella, estaba muy fría y la tapaba para que no tuviera frío.—dije con voz temblorosa y noté y q me abrazaban por detrás era On-jo.—¿Trajeron mi mochila?—les pregunté y Hyo-ryeong me la entrego y saqué la carta de mi madre.—Es la carta de suicidio de mi mamá.—dije con el sobre en las manos.

—No la leas.—me dijo Hyo-ryeong.—Eso es muy personal.—me dijo.

—Si voy a morir que al menos sea pudiendo leerla en voz alta.—dije y todos se acercaron para perder escucharla.—Jae-ik cuando leas esta carta estaré muerta, pero tú me mataste hace mucho tiempo. Me mataste el día que me abandonaste y te fuiste con esa mujer. Tu eras mi mundo Jae-ik. Te amaba incluso más que a nuestra hija. Sería capaz de renunciar a ella por tu amor. De hecho lo estoy haciendo, estoy dejando a mi hija sin su madre, para demostrarte que te amo. Cada vez que veas a Hee-do, recuerda que tu me mataste, este es tu castigo.—leí y me quede observándola unos segundos y cuando alcé la mirada todos estaban llorando.—¿De verdad están llorando?—les pregunté riéndome mientras me limpiaba mis lágrimas.

—Eras muy pequeña para pasar todo eso.—dijo Dae-su rompiendo en llanto y lo abracé.

—Dios santo se están besando.—dijo Hyo-ryeong impactada y mire a Su-hyeok y a Nam-ra.

—dijo Hyo-ryeong impactada y mire a Su-hyeok y a Nam-ra

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ℌ𝔲𝔶𝔢 𝔰𝔦𝔫 𝔪𝔦𝔯𝔞𝔯 𝔞𝔱𝔯𝔞𝔰. 𝔈𝔰𝔱𝔞𝔪𝔬𝔰 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔱𝔬𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora